REDACCIÓN ELONCE
La comunicadora biocéntrica y holística Vera Willenberg analizó por qué la meditación gana cada vez más espacio en el cierre del año, cómo derribar mitos en torno a estas prácticas y cuál es su aporte concreto para el cuidado de la salud mental, emocional y comunitaria.
Diciembre suele ser un mes de cansancio y aceleración. Aunque el año termina, el ritmo no baja y frenar se vuelve difícil. ¿Por qué cuesta tanto detenerse cuando finalizan las obligaciones?
En este contexto, la meditación aparece como una práctica que entrena la mente a través de la atención y la respiración para lograr mayor calma y claridad emocional. Por eso, la ONU declaró el 21 de diciembre como el Día Mundial de la Meditación, reconociendo sus beneficios para la salud mental.
El cierre del año suele presentarse como un período cargado de exigencias emocionales, compromisos sociales, evaluaciones personales y tensiones acumuladas. En ese contexto, la meditación comenzó a ocupar un lugar cada vez más visible como herramienta de cuidado de la salud integral, no solo desde una mirada individual sino también comunitaria. Así lo explicó la comunicadora biocéntrica y holística Vera Willenberg, quien reflexionó sobre la necesidad de incorporar pausas conscientes en una sociedad atravesada por la aceleración permanente.
Durante la entrevista, Willenberg sostuvo que el fin de año concentra múltiples factores que impactan directamente en la salud mental: el cansancio acumulado, la presión social, los balances personales y, en muchos casos, la soledad. Frente a ese escenario, planteó que la meditación no debe entenderse como una práctica lejana o inaccesible, sino como una herramienta concreta que puede integrarse a la vida cotidiana.
“Es muy difícil empezar a meditar cuando nunca lo hiciste. A mí me encanta decir que es lindo aprender a meditar cortando tomates”, expresó, al desarmar uno de los principales mitos que rodean a estas prácticas. En ese sentido, cuestionó la idea de que meditar implique aislarse del mundo o cumplir con rituales complejos. “Nos suelen convencer de que estas prácticas son cosas alejadas de la realidad, que tenemos que irnos a la montaña, estar alejados del ruido, poner la mente en blanco. Eso es imposible”, afirmó al programa El Ventilador de Elonce.
Meditar en lo cotidiano: presencia y conciencia
Para Willenberg, la clave de la meditación reside en la capacidad de habitar el presente. “Meditar es entrar en estado de presencia, es empezar a apagar un poquitito ese piloto automático que siempre nos tiene en ese loop entre el pasado y el futuro y empezar a venir al presente”, explicó.
Ese estado de presencia, según señaló, permite reconectar con aspectos esenciales de la experiencia humana que suelen quedar relegados por la rutina y las obligaciones. Uno de ellos es la gratitud. “Algo que pasa muy interesante cuando entramos en ese estado de presencia es que empezamos a agradecer, porque empezamos a hacernos conscientes de quiénes somos, lo que tenemos”, relató.
El cierre del año, en ese marco, se transforma en una oportunidad propicia para revisar lo vivido desde una perspectiva menos castigadora. “Estas fechas son muy importantes para eso también, no solo para comer rico, para juntarnos en familia, sino porque la mayoría de la gente suele hacer balances en esta época del año”, indicó. Y agregó que muchas veces esos balances se enfocan en lo que faltó o no se logró, dejando de lado todo aquello que sí fue posible.
“La invitación tiene que ver con valorar quiénes somos, todo lo que sí pudimos, lo que sí logramos, lo que sí tenemos para agradecer y desde ese lugar disfrutar la vida”, sostuvo Willenberg, al subrayar que la meditación no apunta a negar las dificultades, sino a cambiar la forma de relacionarse con ellas.
La meditación a lo largo de las etapas de la vida
Otro de los aspectos abordados en la entrevista fue la relación entre la meditación y las distintas etapas de la vida. Willenberg planteó que la capacidad de estar presentes no es algo que deba aprenderse desde cero, sino que forma parte de la experiencia humana desde el nacimiento.
“Nosotros nacemos meditando en la panza de mamá, todos meditábamos, estábamos en estado de presencia”, expresó. Según explicó, los niños pequeños viven de manera natural en el aquí y ahora, guiados por sus deseos y emociones. “Los niños pequeños viven mucho en el presente, escuchando sus deseos y haciendo lo que realmente sienten y diciendo todo sin filtro”, afirmó.
Sin embargo, con el paso del tiempo, esa conexión se ve atravesada por múltiples condicionamientos sociales. “Después nos vamos contaminando con un montón de ruido”, señaló. Ya en la adultez, muchas personas vuelven a plantearse estas cuestiones existenciales, especialmente en momentos de crisis o de revisión vital. “Quizás después de los 40 o 50, cuando ya empezamos a tomarnos la vida un poquito más en serio”, indicó al programa El Ventilador de Elonce.
Desde esa perspectiva, Willenberg remarcó que acercarse a la meditación no implica comenzar desde cero. “No es difícil arrancar de cero para nada”, afirmó, al insistir en que se trata de recuperar una capacidad que siempre estuvo presente.
Una propuesta comunitaria frente a la ansiedad y la depresión
La comunicadora también se refirió a la propuesta Entre Ríos Medita, un evento que busca reunir a la comunidad en torno a prácticas de bienestar integral. Según explicó, la iniciativa convoca a personas de distintas provincias del país y apunta a generar un espacio de encuentro y aprendizaje colectivo.
“Este evento lo que busca es integrar a la comunidad de Entre Ríos. Viene también gente de Santa Fe, de Córdoba, de Santiago del Estero, también de Buenos Aires”, detalló. El objetivo central es acercar herramientas concretas para mejorar la calidad de vida, especialmente en un contexto atravesado por altos niveles de ansiedad y depresión.
“Estas herramientas que vamos a tener en el evento, que no es solo meditación, también es yoga, respiración, música frecuenciada, son un montón de tips y de herramientas que nos van a permitir tener una vida un poquito más saludable”, explicó.
Willenberg subrayó que estas prácticas cobran especial relevancia en el cierre del año, cuando muchas personas atraviesan situaciones de soledad o malestar emocional. “Gente que quizás la pasa sola, no porque quiere, sino porque es su situación”, expresó, al remarcar la necesidad de generar espacios de contención y acompañamiento.
Qué significa una mirada holística sobre la salud
Durante la entrevista, la comunicadora profundizó en el concepto de holismo y su relación con el bienestar. “¿Qué significa holístico? Significa integral. Nosotros somos seres íntegros, pero compuestos por un montón de elementos”, explicó.
Desde esa mirada, detalló que el cuerpo humano puede entenderse en relación con los elementos de la naturaleza: el aire vinculado a los pensamientos y la palabra; el fuego asociado a las emociones y la pasión; el agua relacionada con los procesos digestivos y la concepción de la vida; y la tierra representada en los huesos y la estructura corporal.
“Lo holístico tiene que ver con empezar a aprender a vivir de manera integral, con más coherencia”, señaló. En ese sentido, remarcó que las herramientas de bienestar no se limitan a una única práctica, sino que forman parte de un abanico de posibilidades que pueden adaptarse a cada persona.
Mindfulness, ciencia y políticas de salud
Uno de los ejes centrales de la entrevista fue la validación científica de algunas prácticas meditativas, en particular el mindfulness. “Mindfulness es una técnica de meditación, de presencia plena, de escucha, que incluso está muy validada por la ciencia”, afirmó Willenberg.
En ese marco, reveló que mantuvieron reuniones con autoridades de áreas de salud y salud mental, donde estas técnicas comenzaron a incorporarse de manera progresiva. “Ellos trabajan de a poquito, están incorporando estas técnicas para el abordaje de suicidio, de consumo, de depresión”, explicó, y advirtió que se trata de problemáticas con índices preocupantes en la provincia de Entre Ríos.
La comunicadora remarcó que estas herramientas no reemplazan a los tratamientos tradicionales, sino que funcionan como complementos valiosos en el abordaje integral de la salud mental. “Estas herramientas no son solo para cuando estamos relajados, cuando está todo bien en nuestra vida, sino principalmente para cuando las cosas no están bien”, enfatizó al dialogar con el programa El Ventilador de Elonce.
La pausa y la culpa en una sociedad acelerada
Otro de los temas abordados fue la dificultad social para habilitar la pausa sin culpa. Willenberg coincidió en que la cultura actual valora la productividad constante y deja poco margen para el descanso consciente. “Vivimos en una sociedad que tiene la atención puesta en el afuera”, sostuvo.
“Terminamos no siendo soberanos ni de nuestro cuerpo, ni de nuestros ritmos, ni de nuestros biorritmos. Entonces, esta pausa se vive con culpa”, explicó. Frente a esa lógica, propuso resignificar la pausa como una herramienta que mejora la calidad de vida y la capacidad de acción.
“Somos mucho más productivos cuando nos detenemos y actuamos a conciencia, cuando no vivimos reaccionando, sino accionando”, expresó. Desde su mirada, la meditación permite pasar de la reacción automática a una intervención consciente en la realidad.
Bienestar individual y entramado comunitario
Willenberg también destacó que el cuidado personal tiene un impacto directo en los vínculos y en la comunidad. “Si cada uno de nosotros no está bien, nuestros seres queridos no están bien y nuestro contexto laboral, familiar extendido, comunitario, tampoco está bien”, afirmó.
En ese sentido, consideró que los espacios colectivos de meditación y bienestar fortalecen el tejido social. “No es lo mismo meditar uno solo en su casa que estar en un grupo, en una tribu comunitaria que comparte valores”, expresó a Elonce.
Estigmas, fuerzas de seguridad y salud mental
Durante la entrevista se abordaron también los prejuicios que persisten en torno a la meditación, especialmente cuando se trata de sectores como las fuerzas de seguridad. Willenberg celebró que se estén implementando programas de meditación en estos ámbitos y cuestionó las miradas descalificadoras.
“Yo creo que no hay una sola persona en el planeta que pueda asegurar que hoy la humanidad no necesita más paz, más calma, más empatía”, afirmó. Además, señaló que las tasas de suicidio en Entre Ríos afectan tanto a adolescentes y jóvenes como a integrantes de las fuerzas de seguridad, lo que refuerza la necesidad de herramientas preventivas.
Un hito para Entre Ríos y la meditación en Argentina
Willenberg destacó que Entre Ríos fue elegida como sede de la primera edición en Argentina del Día Mundial de la Meditación, una iniciativa impulsada por Naciones Unidas. “Esto es un hito”, expresó.
La propuesta, explicó, busca dar visibilidad a las múltiples escuelas, centros holísticos y espacios terapéuticos que existen en la provincia. “Queríamos llevar esto a la comunidad y abrir las puertas a todos los entrerrianos y entrerrianas”, indicó, al mencionar la participación de escuelas reconocidas y organizaciones que trabajan con discapacidad.
La meditación como semilla para el futuro
Hacia el cierre de la entrevista, Willenberg definió al evento como una semilla que busca generar un impacto a largo plazo. “Simplemente sea una semilla que sembramos y que después, entre el apoyo de las fuerzas sociales, de los gobiernos, de los ámbitos comunitarios, pueda sostenerse durante el año”, expresó.
Finalmente, remarcó que el cierre del año es una oportunidad para regalarse una pausa consciente. “Siento que es el momento oportuno, en este pico de estrés del año, para que nos hagamos una pequeña pausa y nos demos un regalo y meditemos”, concluyó.
Este domingo, Paraná será sede de “Entre Ríos Medita”, un evento gratuito que propone pensar el bienestar de forma individual y
colectiva. La actividad se desarrollará en el Centro Provincial de Convenciones de Paraná, de 15:30 a 21:30 horas, y contará con una amplia agenda de talleres, masterclasses, prácticas guiadas y música en vivo.