El choque entre el Rojo y la "U" de Chile terminó de la peor manera con serios episodios de violencia en las tribunas y accesos del recinto del "Rojo". Tras desastre y el caos, el saldo es la destrucción por parte de los visitantes a las instalaciones en Avellaneda.
La vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana, disputada el miércoles 20 de agosto de 2025, entre Independiente y Universidad de Chile, fue suspendida a raíz de gravísimos incidentes que dejaron el estadio Libertadores de América en un estado de "posguerra".
El encuentro, que se detuvo a los dos minutos del segundo tiempo con un empate 1-1 (global 2-1 a favor de los trasandinos), fue "cancelado" por la Conmebol, y los desmanes continuaron una vez finalizado el partido.
Así quedó la tribuna visitante de la cancha de Independiente después de la barbarie entre la barrabrava del rojo y la Universidad de Chile: hay heridos de gravedad y 110 detenidos. https://t.co/5zxRpb4KwG pic.twitter.com/YjCzhQcm9i
— TN - Todo Noticias (@todonoticias) August 21, 2025
Los pasillos del estadio de Avellaneda mostraban un panorama desolador: baños destrozados, portones derribados, rejas forzadas y fierros arrancados. También se encontraron manchones de sangre y vestimentas de los hinchas visitantes luego de la agresión de la barra local.
Un ataque que causó caos y destrucción
Algunos de los chapones que cubren las paredes laterales del estadio fueron usados como proyectiles y varios puestos de comida fueron vandalizados. Además, el micro del plantel de Universidad de Chile fue atacado mientras los futbolistas aún se encontraban dentro del estadio, lo que aumentó la tensión del momento.
El caos se extendió por todo el estadio, con butacas arrancadas y piedras de diferentes tamaños esparcidas por todas partes. La magnitud de los destrozos sugiere un alto nivel de violencia y agresividad por parte de los involucrados en los incidentes.
Se espera que la Justicia inicie una investigación para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades. El operativo de seguridad contó con alrededor de 650 policías de la Provincia de Buenos Aires y 150 efectivos de seguridad privada, quienes, según el relato, "en ningún momento ingresaron a la tribuna donde estaban los simpatizantes visitantes: allí comenzaron los incidentes y luego también ingresó la barra de Independiente para tomar venganza".