Praia do Rosa, en Santa Catarina, combina naturaleza virgen, buena gastronomía y playas para todos los gustos. Es un destino elegido por surfistas y amantes de la tranquilidad.
Ubicada en el estado de Santa Catarina, Praia do Rosa se presenta como uno de los destinos más atractivos para los argentinos de cara a las vacaciones de invierno. Esta bahía mágica, rodeada de vegetación exuberante y con una identidad bohemia muy marcada, combina aventura y descanso en igual medida. Con una propuesta variada de alojamiento y gastronomía de primer nivel, seduce tanto a surfistas como a familias y viajeros en busca de experiencias naturales lejos del turismo masivo.
En esta época del año, la playa gana notoriedad como uno de los pocos lugares del mundo donde es posible avistar ballenas francas australes desde la costa. A lo largo de sus senderos naturales, que conectan playas vírgenes como Praia Vermelha y Praia do Luz, los visitantes encuentran vistas impactantes, lagunas cristalinas ideales para deportes acuáticos y piletones naturales entre rocas. Todo esto, enmarcado en un entorno preservado que promueve el ecoturismo y la educación ambiental.
El núcleo urbano del pueblo se organiza alrededor de una laguna central, donde el área comercial y gastronómica mantiene su encanto rústico sin perder confort. Por las tardes, el ambiente se vuelve animado, con restaurantes que ofrecen cocina regional, vinos de las sierras Gaúcha y Catarinense, y música en vivo en espacios al aire libre.
Dónde queda Praia do Rosa y cómo llegar
Praia do Rosa está ubicada en el municipio de Imbituba, al sur de Florianópolis, a unos 90 kilómetros de la capital catarinense. A su vez, se encuentra a 390 km de Porto Alegre y a 200 km de Torres. Su localización estratégica dentro de la costa sur brasileña favorece una gran biodiversidad, debido al encuentro de distintos ecosistemas.
La manera más práctica de llegar es volando al aeropuerto internacional de Florianópolis (FLN), desde donde se recomienda alquilar un vehículo para explorar los alrededores con comodidad. También se puede acceder por vía terrestre, a través de la autopista BR-101. Desde allí, los viajeros tienen la opción de elegir caminos más directos pero con tramos de ripio o bien la ruta 434, en mejor estado y con vistas al paisaje lacustre.
Para quienes prefieran el transporte público, existen combinaciones en Garopaba o Imbituba, aunque el servicio es limitado. Por ello, muchos turistas optan por movilidad propia o traslados privados para acceder sin complicaciones al destino.
Qué hacer en Praia do Rosa durante el invierno
Las actividades en Praia do Rosa se adaptan a distintos perfiles de viajero. En el extremo norte de la playa, las olas atraen a surfistas de todo el mundo, mientras que el sector sur ofrece bares y restaurantes frente al mar, con mayor infraestructura. Para quienes disfrutan del ecoturismo, hay caminatas que conducen a playas solitarias, como Praia Vermelha, o a miradores naturales con panorámicas de la laguna de Ibiraquera.
Durante los meses invernales, entre julio y octubre, es posible observar ballenas francas australes que se acercan a reproducirse en estas aguas. Además, el Instituto Australis organiza actividades educativas sobre conservación marina, ideales para visitantes interesados en la fauna costera.
Ya sea para descansar, caminar entre paisajes exuberantes o saborear platos locales con toques gourmet, Praia do Rosa se afianza como uno de los rincones más encantadores de Brasil. Un destino que permite combinar relax, aventura y conexión con la naturaleza, en un entorno que conserva su esencia. (Con información de C5N)
