REDACCIÓN ELONCE
En Paraná, estudiantes asisten a clases sin calefacción en las escuelas y en plena ola polar. “Los estudiantes asisten lo más abrigados posible y colaboramos con un ropero solidario, pero no alcanza para mitigar las temperaturas tan bajas", indicó un rector escolar a Elonce.
En el marco de las bajas temperaturas que afectan a la región, la escuela secundaria Nº18 "Brigadier Gral. Don Juan Manuel de Rosas", ubicada en barrio Paraná XVI, enfrenta serias dificultades para desarrollar las clases. El establecimiento no cuenta con calefacción ni con instalaciones eléctricas adecuadas que soporten la conexión de estufas ni caloventores. Además, muchas ventanas carecen de vidrios, lo que agrava la situación de frío dentro de las aulas.
Al respecto, el rector de la institución educativa, Carlos Andrade, explicó que desde hace años denuncian problemas en el sistema eléctrico sin obtener respuestas. "No contamos con calefacción, y las instalaciones no soportan el uso de estufas eléctricas. Los estudiantes asisten lo más abrigados posible y colaboramos con un ropero solidario, pero no alcanza para mitigar las temperaturas tan bajas", indicó.
En este contexto, el Consejo General de Educación (CGE) emitió una circular que flexibiliza la obligatoriedad de la asistencia para los estudiantes, permitiendo que las familias puedan optar por no enviar a sus hijos a la escuela durante jornadas con temperaturas extremas sin que las faltas sean contabilizadas.
El rector consideró que "sería importante que las autoridades de Educación que emiten estas decisiones recorran las escuelas y conozcan la realidad edilicia y social de cada institución, ya que no todas cuentan con los recursos para aplicar modalidades virtuales como alternativa".
Durante la recorrida por las aulas, se observó que la asistencia de estudiantes se redujo notablemente. Los alumnos presentes relataron que atraviesan las clases con múltiples capas de abrigo y que permanecen dentro de las aulas durante los recreos para resguardarse del frío. "Nos quedamos quietas y tratamos de entrar en calor entre nosotras", comentaron.
Los docentes adaptan sus estrategias pedagógicas para que las clases sean dinámicas y permitan a los estudiantes moverse y combatir el frío. "Tratamos de remarla y mantener la interacción para que se olviden un poco del frío", señaló una profesora.
Finalmente, Andrade subrayó la necesidad de que las autoridades del CGE consideren estas situaciones "con mayor sensibilidad". "Somos quienes mantenemos la educación pública a través de nuestro esfuerzo diario. Esta es una situación extraordinaria que requiere regulaciones específicas", concluyó.