"Cuando una familia pierde a su padre, siente orfandad. Eso es lo que vivimos hoy", expresó el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, tras la muerte del Papa Francisco, a quien definió como una figura de gestos y profunda humanidad.
El arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, expresó este lunes por la mañana su tristeza tras conocerse el fallecimiento del Papa Francisco, a los 88 años. “Sabíamos que el Papa estaba delicado, pero la noticia sorprendió. Más que nada porque últimamente lo vimos presente en las celebraciones de Semana Santa”, comentó.
“Francisco será recordado como el Papa de los gestos. Desde el inicio de su pontificado, habló con sus acciones: una de sus primeras visitas fue a Lampedusa, donde denunció la situación de los inmigrantes. Y en la pandemia, rezó por el mundo entero desde una plaza San Pedro vacía y conmovedora”, recordó Puiggari.
El arzobispo también subrayó el papel fundamental de Francisco en el documento de Aparecida, del cual fue uno de los grandes impulsores. “Allí se propuso una Iglesia más misionera y cercana. Francisco llevó eso al mundo: fue la voz de los que no tienen voz, una autoridad moral que siempre insistió con el fin de la guerra”, afirmó.
Sobre las ceremonias previstas, señaló que “estamos esperando conocer la cronología de la Santa Sede, y una vez definida la fecha del entierro, procederemos con nuestras celebraciones”.
En un tono íntimo, Puiggari comparó la pérdida con la muerte de un padre: “Cuando en una familia muere el padre, se siente cierta orfandad. Esto es algo que sentimos todos. Estaremos tristes unos días, y de repente se elige un nuevo Papa, y allí estaremos todos, en la plaza, como hermanos”.
Por último, destacó que la muerte de Francisco se dio en un momento muy especial del calendario cristiano: “Murió en una fecha muy linda para nosotros, es un regalo de Dios. El último acto que hizo fue bendecir a su pueblo”.
