Cuatro policías están bajo investigación por la muerte de Guillermo Ramírez, quien falleció tras ser detenido en una plaza. El abogado de uno de los implicados aseguró que la víctima no tenía signos de tortura y que la investigación al momento está en una etapa preliminar.
La justicia avanza en los procedimientos para esclarecer la muerte de Guillermo Ramírez, de 38 años, quien falleció tras ser detenido por efectivos policiales en Libertador General San Martín, departamento Diamante. Cuatro funcionarios están bajo investigación por su accionar en el procedimiento ocurrido el 27 de febrero de 2025, alrededor de las 20:30, en la plaza ubicada en calle 25 de Mayo.
Según informó el abogado Ricardo Temporetti, defensor de uno de los policías implicados, la intervención se produjo “luego de un llamado de vecinos a la comisaría, denunciando que un hombre estaba realizando exhibiciones obscenas frente a niños y familias en la plaza”.
De acuerdo con los testimonios policiales, al intentar reducirlo, Ramírez “se habría resistido, generándose un forcejeo antes de ser ingresado a un móvil y trasladado a la Jefatura Departamental de Diamante”.
Temporetti detalló que, al llegar a la dependencia policial, Ramírez se encontraba desvanecido. “Cuando lo bajaron del móvil ya no reaccionaba. Ante la falta de signos vitales, los efectivos lo trasladaron rápidamente al hospital local, donde se confirmó su fallecimiento”, precisó el abogado.
El defensor destacó que la investigación “se encuentra en una etapa preliminar y aún debe determinarse la causa exacta de la muerte. Existe un informe de autopsia preliminar, pero no es definitivo. Hay que esclarecer si la actuación policial fue adecuada o si hubo algún tipo de exceso”, explicó.
Sobre la imputación de privación ilegítima de la libertad y tortura seguida de muerte, Temporetti cuestionó la acusación, argumentando que “no hay indicios de tortura en el informe criminalístico”. Añadió que las lesiones en el cuerpo de la víctima “podrían haber sido consecuencia de la resistencia que opuso al momento de la detención”.
Respecto a la posibilidad de que Ramírez sufriera una patología psiquiátrica o estuviera bajo el efecto de sustancias, el abogado sostuvo que “los policías acudieron a un llamado por la comisión de un delito, no por una cuestión de salud mental”. En este sentido, afirmó que “no se les puede exigir que reconozcan una condición médica en medio de una intervención”.
Finalmente, Temporetti remarcó que los efectivos investigados son policías con años de servicio y que no actuaron con intención de causar la muerte. “En el peor de los casos, podría haberse tratado de una negligencia, pero no de un homicidio doloso”, concluyó.