REDACCIÓN ELONCE
Una familia entrerriana desarrolla una plantación de nuez pecán en la zona rural del departamento Diamante. El cultivo se expande en la provincia y gana protagonismo en la gastronomía y la industria, supo Elonce.
La producción de nuez pecán continúa creciendo en Entre Ríos, con experiencias tanto a gran como a pequeña escala. En este contexto, un emprendimiento familiar ubicado en el distrito Palmar, en el departamento Diamante, apuesta a esta economía regional que se consolida año tras año.
Se trata de Pecanes Loyla, una plantación iniciada en 2011 por la familia Faral dentro del establecimiento Cuatro Hermanos, muy cerca de Villa Libertador San Martín. El proyecto comenzó con dos hectáreas y actualmente suma seis hectáreas y media, incorporando nuevas variedades y tecnología.
“Empezamos con unas 10 o 11 variedades, pero por temas de manejo y cosecha decidimos quedarnos con tres, que se adaptaron mejor al suelo y maduran en tiempos similares”, explicó uno de los integrantes del emprendimiento, quien detalló las etapas del proceso productivo: desde la preparación del suelo y la plantación de los árboles, hasta las tareas de poda, riego, fertilización y control de plagas.
Según estimaciones actuales, una unidad económica sustentable en este tipo de cultivo ronda las 20 hectáreas, aunque muchos productores comienzan con superficies menores. “Lo importante es realizar una buena poda de formación en los primeros años y mantener el control de nutrientes y hormigas, que son una de las principales amenazas para los árboles jóvenes”, remarcaron.
El pecán es cada vez más valorado en el mercado interno, con destino a la repostería, la gastronomía y la elaboración de aceites. Además, no genera residuos: incluso la cáscara se utiliza como abono o en cosmética. “Es un producto que se puede aprovechar en su totalidad y eso también impulsa su expansión”, indicaron desde el micro de Campo en Acción a Elonce.
Los productores del establecimiento Pecanes Loyla destacan la importancia del valor agregado, con productos dulces y salados elaborados a partir de su propia cosecha. En Crespo, además, funciona una planta procesadora de nuez pecán de la Cooperativa Agrícola Regional, que abastece gran parte de la demanda provincial.
El cultivo de nuez pecán llegó a Entre Ríos desde Estados Unidos y Canadá, pero en los últimos años se han desarrollado variedades locales a través del INTA, adaptadas a las condiciones del suelo y el clima de la región. Las zonas pioneras fueron las de la costa del río Uruguay, aunque actualmente la producción se extiende también hacia la costa del Paraná.