Durante el Ángelus del domingo, el sumo pontífice reclamó el fin de los conflictos bélicos e hizo un llamado al diálogo. También condenó la masacre en Nigeria y destacó el rol del deporte como camino hacia la paz.
El papa León XIV realizó este domingo un nuevo llamado a la paz global durante el tradicional rezo del Ángelus en la plaza San Pedro del Vaticano. En su mensaje, expresó: “Sigamos rezando por la paz en Medio Oriente, en Ucrania y en todo el mundo”. Además, condenó la violencia en Nigeria, Benín, Sudán y Birmania, e insistió en la necesidad de poner fin a los enfrentamientos armados.
El pontífice mencionó especialmente la masacre ocurrida en la localidad nigeriana de Yelewata, donde fueron asesinadas unas 200 personas desplazadas que se encontraban refugiadas en una misión católica. “Rezo para que la seguridad, la justicia y la paz prevalezcan en Nigeria, un país querido y tan afectado por diversas formas de violencia”, expresó.
También advirtió sobre la situación en Birmania, donde “a pesar del alto el fuego, los combates continúan con daños incluso a las infraestructuras civiles”, y se solidarizó con las comunidades rurales de Benín y con la población de la República de Sudán, “asolada desde hace dos años por la violencia”.
“Renuevo mis llamamientos a los combatientes para que entablen un diálogo por la paz”, agregó el Papa.
Más temprano, León XIV celebró la misa del Jubileo del Deporte en la basílica de San Pedro, como parte del camino hacia el Año Santo 2025. En su homilía,
planteó que el deporte puede convertirse en un vehículo de paz y colaboración entre los pueblos. “La práctica deportiva es un camino para construir la paz. El mundo tiene hoy una gran necesidad de esto, ya que hay muchos conflictos armados”, señaló.
El pontífice también reflexionó sobre el valor social del deporte, al considerar que “enseña el valor de la colaboración, del esfuerzo compartido y de caminar juntos”. Destacó que “en una sociedad cada vez más digital, el deporte promueve el encuentro físico y el contacto con la vida concreta”.
En este sentido, afirmó que el deporte “ayuda a mantener un contacto saludable con la naturaleza y con la vida real, único lugar en que se ejerce el amor”.
Finalmente, León XIV valoró el rol educativo de la actividad deportiva. “En una sociedad competitiva, donde parece que solo los ganadores merecen vivir, el deporte también enseña a perder y a levantarse”, expresó. Y agregó: “Los campeones no son máquinas infalibles, sino personas que, incluso cuando caen, encuentran el valor de levantarse”. (con información de Clarín)
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