"Cuando me preguntan, puedo decir orgulloso que estoy bien, que está cicatrizada la cosa. Dijimos cada uno lo que tenía que decir, pedimos disculpas, disculpamos”, dijo al payaso sobre la relación con sus hijos Sol y Jeremías luego de la pelea que los distanció.
Después de un largo período de distancia y especulaciones mediáticas, Piñón Fijo rompió el silencio y se refirió con sinceridad al vínculo actual con sus hijos, Sol y Jeremías, tras la recordada pelea familiar que los había distanciadoEl querido payaso cordobés se mostró reflexivo y a corazón abierto sobre uno de los momentos más sensibles de su vida personal.
"Como en toda familia, siempre hay algún berrinche o algún reto. Y una familia que trabaja a la par, como nos ha pasado a nosotros de pasar de estar en un motorhome recorriendo la Argentina de pe a pa y compartiendo oficio, algún roce o alguna rispidez puede haber y se dio lo que se da en todas las familias", confesó Piñón, dando a entender que la convivencia laboral sumada a los lazos sanguíneos pueden generar tensiones difíciles de evitar.
Lo que comenzó como un conflicto privado se volvió mediático rápidamente, lo que —según el propio artista— complicó aún más la situación familiar. "Lo que no se da en todas las familias es la exposición mediática que no la supimos manejar. Y creo que aprendimos porque al tiempito nomás, nos abrazamos. Recuperamos esa mirada inicial de cuando Sol nació y todavía seguimos abrazados. Y con Jere, Sol, Luna y León aprendimos la lección: somos una familia que tiene cosas de todas las familias, pero que a la hora de entregarle a los otros información deja de ser patrimonio de uno, se va de las manos y termina siendo fruto de una cantidad de especulaciones, de miserias", agregó con claridad.
Un abrazo íntimo y reparador
El humorista, que supo ganarse el corazón de varias generaciones, también reflexionó sobre los riesgos de exponer momentos delicados en el ojo público. Desde la experiencia vivida, reconoció cuánto afectó la mediatización del conflicto y cómo lograron superarlo. "Cosas que se dan cuando uno se expone demasiado. Esa lección la aprendimos tanto que el día que nos abrazamos dijimos 'este abrazo es para nosotros y de nadie más'", expresó con emoción.
La reconciliación no fue inmediata ni sencilla, pero sí profunda y auténtica. Piñón Fijo destacó que fue un proceso de diálogo honesto y de mucho trabajo emocional en familia. “Cuando me preguntan, puedo decir orgulloso que estoy bien, que está cicatrizada la cosa. Pero no sin hablar o enfrentar las cosas, sino que nos miramos a los ojos, hablamos. Dijimos cada uno lo que tenía que decir, pedimos disculpas, disculpamos. Y todo ese proceso que llevó un tiempito lo hicimos en la intimidad", reveló a la revista Pronto.