Alumnos de la escuela República de Entre Ríos realizaron la colecta de sangre “Gotas de vida” en plaza Alberdi. Entre emoción, compromiso y alegría, los jóvenes reflexionaron sobre la empatía y el valor de ayudar a otros.
Con compromiso y entusiasmo, estudiantes de la escuela secundaria República de Entre Ríos organizaron una colecta externa de sangre en la plaza Alberdi de Paraná, bajo el nombre “Gotas de vida”. La actividad reunió a vecinos, docentes y alumnos en la esquina de Urquiza e Illia, en una jornada donde la solidaridad se transformó en acción concreta.
Voces jóvenes que inspiran
Los protagonistas del encuentro fueron los propios estudiantes, quienes compartieron su orgullo y emoción por el resultado de un proyecto trabajado durante todo el año.
“Estuvimos trabajando con las profes de Biología y Psicología Comunitaria. Fuimos planificando la colecta desde el inicio, pasando por los cursos, haciendo folletos, saliendo al centro a contarle a la gente. Queríamos que todos supieran que donar sangre cuesta solo cinco minutos y puede salvar vidas”, relató una de las jóvenes organizadoras.
Otra estudiante contó que se sintieron gratamente sorprendidos por la respuesta de la comunidad:
“Anduvo bastante bien. Han venido muchos chicos, profesores y vecinos. Preparamos café, té y tortitas para ofrecerles un desayuno antes y después de donar. Queríamos que fuera una experiencia cálida y humana”, expresó con una sonrisa.
“Donar es un gesto de amor”
La emoción se hizo presente en cada testimonio. Una de las alumnas resumió el espíritu de la jornada con una reflexión que conmovió a todos: “La importancia de donar no está solo en el acto, sino en la voluntad. Es un gesto de amor. Muchos compañeros intentaron donar aunque no pudieron, y eso ya significa mucho. Porque donar sangre es dar un pedacito de nosotros para completar a quien lo necesite”.
Durante los talleres previos, la misma estudiante creó una frase que se convirtió en el lema de la colecta: “Donar sangre es dar un pedacito de nuestro ser para completar a quien necesite ser completado. Es una metáfora de lo que podemos brindar desde un poquito, y para la otra persona significa muchísimo. Eso es ser humano: tener empatía, ser solidario y tener amor en el corazón”.
Una experiencia que deja huella
La vicerrectora Analía Pocai destacó el valor educativo de la iniciativa: “La escuela no solo prepara en conocimientos, también en valores. Estos proyectos muestran que los chicos aprenden a ser solidarios y a pensar en el otro”, afirmó.
Entre el bullicio y la música, una estudiante disfrazada de gota de sangre aportó color y alegría al evento. “Nos fuimos turnando el disfraz, lo importante era llamar la atención como sea. Donar sangre también puede ser divertido”, contó mientras bailaba y saludaba a los transeúntes.
La colecta “Gotas de vida” demostró que la empatía, cuando se enseña y se practica, se multiplica. Con su ejemplo, los jóvenes dejaron una enseñanza profunda: donar sangre es una forma de dar vida y de ejercer el amor por los demás.
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