REDACCIÓN ELONCE
Stefano, de 4 años y con síndrome de intestino ultra corto, fue operado en el Hospital Italiano. Su familia contó a Elonce que la cirugía duró menos de tres horas y que el niño ya comenzó a tolerar alimentos mientras avanza su recuperación.
Stefano, un niño de 4 años oriundo de Gualeguaychú, atraviesa una evolución favorable luego de haber sido sometido a una cirugía en el Hospital Italiano, en Buenos Aires, como parte del tratamiento por síndrome de intestino ultra corto. El procedimiento permitió aumentar 15 centímetros su intestino, un avance significativo frente a la última intervención y una esperanza concreta en su tratamiento por síndrome de intestino ultra corto.
La familia del pequeño destacó a Elonce que, pese a los malestares propios del postoperatorio, los progresos son visibles. Afirmaron que Stefano alternó momentos de dolor intestinal con otros de buen ánimo y que ya inició la ingesta de líquidos sin complicaciones.
Cómo avanza su recuperación
Los médicos ya comenzaron a incorporar alimentos sólidos a su dieta, con pequeñas porciones de pollo o fideos, con el objetivo de estimular el tránsito intestinal. Según explicaron, uno de los indicadores clave para confirmar su estabilidad es que logre evacuar sin dolor y que pueda caminar sin molestias.
Durante la noche previa, Stefano estuvo inquieto y con dolor, pero logró descansar tras ir al baño. Así lo contaron familiares en diálogo con este medio. De acuerdo al cirujano, esto se debe a que el niño está retomando el tránsito intestinal y debe adaptarse a la nueva extensión de su intestino, que ahora cuenta con más de 20 centímetros de sutura. Ese proceso puede ocasionar dolor y malestar durante algunos días.
Una cirugía más rápida de lo previsto
En la oportunidad, la familia relató el momento de mayor tensión: cuando fue convocada desde el quirófano mucho antes del tiempo estimado. El consentimiento quirúrgico preveía una operación de entre cuatro y cinco horas. Sin embargo, a las dos horas y media recibieron un llamado desde admisión para que se acercaran al quirófano central.
Con temor, la madre y el padre acudieron al lugar, donde el cirujano les comunicó que la intervención ya había finalizado y que todo había salido bien. La operación duró menos de tres horas, y Stefano salió sin cánula, sin respirador y casi despierto. “En terapia intensiva ya nos hablaba”, contó su mamá a Elonce.
Finalmente, la familia expresó su satisfacción por la velocidad y los resultados del procedimiento, y la esperanza de que los próximos días consoliden la recuperación del niño. El avance de esta cirugía representa un paso importante en su tratamiento, que requiere acompañamiento constante y monitoreo médico especializado.
Stefano continúa bajo cuidados, pero su evolución inmediata alimenta el optimismo de quienes siguen de cerca su salud.
