Fue en el sur entrerriano. Decomisaron más 1.200 kilogramos de sábalos y bogas fuera de medida. Se detectó que gran parte de las especies medían entre 30 y 35 centímetros de largo, todas fuera de lo reglamentario.
Incautan pescados. Un operativo de control pesquero llevado adelante por la Prefectura Naval Argentina con sede en Villa Paranacito, en conjunto con la Dirección de Recursos Naturales y Fiscalización de Entre Ríos, culminó con el decomiso de más de 1.200 kilogramos de pescado que no cumplían con las medidas reglamentarias establecidas para su captura.
El procedimiento se activó al interceptar un camión térmico marca Mercedes Benz, en el que viajaban tres individuos. El personal de la fuerza procedió entonces a realizar una inspección completa de la unidad, comenzando por solicitar al conductor la documentación correspondiente para respaldar el transporte de la carga pesquera.
“En el control se le solicitó al conductor la documentación que amparara la carga, pedido que fue respondido con la entrega de una guía de tránsito de productos pesqueros”, indicaron fuentes oficiales. Sin embargo, el documento no alcanzó a justificar las irregularidades detectadas al inspeccionar la mercadería.
Piezas por debajo de la talla mínima permitida
“En la revisión de la carga se detectó que gran parte de las especies medían entre 30 y 35 centímetros de largo, todas fuera de las medidas reglamentarias”, señalaron desde Prefectura.
Entre los pescados incautados se encontraban sábalos y bogas, ambas especies protegidas por regulaciones específicas en cuanto a su talla mínima de captura.
Según lo establecido por la Resolución N°792/06 DGF y su modificatoria N°793/06, se permite la captura de especies como sábalo (Prochilodus lineatus), tararira (Hoplias malabaricus) y boga (Leporinus sp) únicamente cuando alcanzan una longitud mínima de 42 centímetros.
La intención de esta normativa es preservar los ciclos reproductivos de estos peces y evitar la sobreexplotación de los recursos naturales.
El cargamento decomisado fue valuado en más de 5.000.000 de pesos, lo que da cuenta del impacto económico que genera esta actividad ilícita, muchas veces organizada para abastecer mercados de otras provincias.
Según se destacó, este tipo de operativos son fundamentales para combatir la pesca ilegal y proteger el ecosistema fluvial del litoral argentino, una región especialmente rica en biodiversidad, pero también vulnerable al avance de prácticas extractivas indiscriminadas. Las autoridades remarcaron la necesidad de cumplir con las reglamentaciones vigentes y de reforzar la conciencia ambiental tanto entre los pescadores como en la cadena de comercialización. (Con información de R2820)