REDACCIÓN ELONCE
Los abogados de Diego Íbalo y Rodrigo Molina valoraron ante Elonce el fallo del jurado popular que absolvió a los policías por la muerte de Gabriel Gusmán. Sostuvieron que actuaron en legítima defensa y que el proceso terminó con un veredicto “irrecurrible”.
Tras la absolución de los policías Diego Íbalo y Rodrigo Molina, imputados por la muerte de Gabriel Gusmán ocurrida en septiembre de 2018 en el barrio Capibá, los defensores de ambos dialogaron con Elonce y evaluaron el resultado del juicio por jurados, que se extendió durante diez días consecutivos.
El abogado Miguel Ángel Cullen, defensor de Molina, remarcó que la decisión del jurado popular cierra el capítulo judicial. “Los policías fueron absueltos y terminó la cuestión judicial porque quien dictó la absolución fue el Poder Judicial y ese fallo es irrecurrible”, indicó al explicar que la normativa vigente impide a la acusación presentar un recurso casatorio. Cozzi completó que la querella había anticipado que respetaría el veredicto, por lo que “la situación termina acá”.
Por su parte, Patricio Cozzi, defensor de Íbalo, destacó la extensión y profundidad del debate: “Fueron largas jornadas y estamos tranquilos de haber podido probar lo que sucedió y lo que vivieron los policías”. Añadió que el proceso significó “siete años de incertidumbre, con el riesgo latente de una condena perpetua”.
La legítima defensa como eje del veredicto
Según explicaron los defensores, la prueba exhibida en el juicio respaldó la teoría de que Íbalo y Molina actuaron en legítima defensa. “Se defendieron de una agresión ilegítima, como lo fueron los disparos efectuados por Gabriel”, afirmó Cozzi. “El jurado entendió y así lo resolvió”.
Cullen coincidió en que el desarrollo del juicio confirmó esa línea argumental. “El tiempo transcurrido no escapa al promedio de causas tan complejas. El jurado fue receptivo a la emotiva declaración de los policías, que vivieron un calvario y siguen devastados”.
Un caso atravesado por el dolor de ambas familias
Ambos letrados remarcaron el carácter trágico del hecho. “Murió un joven de poco más de 20 años y una familia quedó destruida”, dijo Cullen. “Pero también las familias de los policías sufrieron durante todos estos años mientras ellos cumplían con su deber”.
Cozzi agregó que el juicio permitió exponer una situación poco habitual para la fuerza: “Enfrentarse a un tiroteo con riesgo de vida y un desenlace fatal no es común en Paraná ni en la provincia”.
Valoración del sistema de jurados
Los defensores remarcaron la importancia de que el caso haya sido evaluado por un jurado popular. “Fueron 12 personas con vivencias diferentes, es el pueblo, y asumieron su responsabilidad con seriedad y profesionalismo”, destacó Cullen. “Fue una experiencia de poder ciudadano muy fuerte”.
Cullen sintetizó: “Se hizo justicia y lo consideramos desde el día cero, porque defendimos una causa justa”. Cozzi, en tanto, señaló que Íbalo y Molina hoy sienten tranquilidad tras un proceso “complejo, doloroso y totalmente inédito para ellos”.
