Desde Villaguay al corazón del continente, el músico entrerriano Jeremías Rivera Bianchi recorre Latinoamérica en bicicleta, con su trombón, un estudio de grabación portátil y una cámara. Su proyecto, llamado Pedaleando Música, propone una experiencia única que combina la música en vivo, la documentación audiovisual y la conexión con culturas locales.
El joven artista partió el 25 de enero desde el norte argentino. Cruzó Tucumán, Salta, Jujuy y actualmente se encuentra en Tarija, Bolivia, donde se detuvo por un mes para producir contenido y preparar nuevas grabaciones. “Estoy aquí por un mes, trabajando, produciendo contenido, y luego seguiré pedaleando”, contó en entrevista con Elonce, en el marco del Día Internacional del Jazz.
Un proyecto que une culturas
Jeremías definió su propuesta como una forma de recorrer “este bello continente” haciendo música en cada lugar, con los equipos que lleva consigo. “Soy músico callejero, hace varios años que me dedico exclusivamente a la música. Toco el trombón, también el cuatro venezolano. Estoy hace un tiempito cantando y acompañándome con ese instrumento”, relató.
El artista compartió anécdotas de sus encuentros musicales más memorables: “En la quebrada de Humahuaca fue maravilloso. Pude contactar con grandes músicos. En Salta, contacté con un pianista increíble. En Humahuaca llegué a un espacio fundado por Jaime Torres, conocí a su hijo, toqué con él y con su grupo, también con Chato González, vientista de Ricardo Vilca, y con el músico peruano Cristian Chamorro”.
Estas sesiones, grabadas en distintos escenarios naturales y urbanos, serán publicadas en su canal de YouTube Pedaleando Música, donde ya comparte parte de su travesía artística. También se lo puede seguir en Instagram como jere.viento.
Música, bicicleta y un sueño en marcha
El músico explicó que su proyecto es el resultado de un sueño de toda la vida. “Siempre fui mochilero, así que el viaje estuvo ligado a mi vida. Subir todo a una bicicleta y pedalear es moverse por los propios medios. Comencé el 25 de enero en Tucumán, porque desde Buenos Aires hay un tren que llega hasta allí. La primera gran subida fue a Tafí del Valle, luego Amaicha, Cafayate, la quebrada de las Conchas y hasta Salta Capital. Un lugar increíble”.
Instalado actualmente en un cuarto de Tarija, muestra su bici, “la Morita”, su trombón y el cuatro venezolano. “Voy alternando entre momentos en los que pedaleo a full y otros en los que bajo un cambio. Esa es la idea aquí en Tarija: quedarme un mes para luego seguir”, detalló.
En relación a sus próximos destinos, indicó: “Este mes pienso pedalear por las zonas bajas de Bolivia. Le dicen bajas, pero igual están a 2.000 metros de altura. Luego, en primavera, sí planeo subir al altiplano y continuar por Perú, Ecuador, Colombia... El sueño es llegar a Cuba, cuna musical del continente. Pero todo paso a paso: hoy estoy en Bolivia”.
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