REDACCIÓN ELONCE
La oscuridad, la inseguridad y el vandalismo se apoderan del barrio San Cayetano de Paraná. Los vecinos denunciaron que las luminarias están quemadas y dialogaron con Elonce acerca de las problemáticas a las que se enfrentan.
La situación de inseguridad y falta de iluminación en el barrio San Cayetano de Paraná, conocido también como "La Palangana" o “San Roque” es cada vez más grave. Los vecinos se enfrentan a una dificultad creciente debido a la escasa presencia policial y a las luminarias quemadas que llevan meses sin ser reparadas. Según los testimonios de los residentes, las calles Monseñor Dobler y Los Constituyentes, y una calle lateral de la Escuela Hogar, son las más afectadas.
Una de las vecinas afectadas, comentó a Elonce: “Hemos hecho 500 reclamos, tengo el número de expediente en la Municipalidad. Los otros días me contestaron que no los cambiaron porque esto ya se trataba de vandalismo". La frustración de los vecinos aumenta cada día al ver que los esfuerzos por solucionar el problema parecen no tener respuesta. Según cuentan, los delitos se intensifican bajo la cobertura de la oscuridad.
Los daños materiales y el temor de los vecinos
Además de los problemas de visibilidad, la inseguridad en la zona ha aumentado considerablemente. Karina, otra vecina, relató: “Este fin de semana le rompieron el parabrisas de a piedrazos a mi hijo. Nadie se hace responsable y es todos los días, a toda hora”. Los actos de vandalismo y la violencia se han vuelto comunes, con grupos de jóvenes lanzando piedras, rompiendo vidrios de casas y autos, e incluso prendiendo fuego en el arroyo cercano.
El miedo ha calado hondo entre los residentes. Muchos, como Elena, sienten la amenaza constante de los malvivientes. “Yo vivo sola y tengo el fondo al aire libre, estoy con miedo. Cruzan terrenos y se meten en las casas”. La situación es aún más alarmante para quienes tienen hijos o viven solas, ya que la presencia de una “banda” de entre 12 y 15 jóvenes es una amenaza constante.
La respuesta policial y la falta de soluciones
La policía, que acude con frecuencia al barrio, ha sido elogiada por hacerse presente pero criticada por no poder frenar los constantes actos de violencia. “La policía viene continuamente, pero no hay solución. Hemos pedido presencia constante, pero los delincuentes siguen haciendo lo que quieren”, dijeron los vecinos. En algunos casos, las autoridades prometieron soluciones, como el comisario Lucas Acosta de la Comisaría Cuarta, quien llegó a proponer la asignación de una custodia para la zona.
Ante esta situación, los vecinos exigen una respuesta inmediata de las autoridades locales y de seguridad para frenar los actos vandálicos y mejorar la calidad de vida en el barrio. Como cuenta Karina, la falta de luminarias y la inseguridad han transformado lo que antes era un lugar tranquilo y familiar en un territorio peligroso, donde los niños ya no pueden jugar tranquilos en las calles, y los adultos temen por su seguridad.