El papa León XIV expresó su pesar por la muerte del cardenal Karlic, en una carta al arzobispo de Paraná. Recordó su trayectoria pastoral y su servicio a la Iglesia.
El papa León XIV envió un mensaje de condolencias por el fallecimiento del cardenal Karlic, ocurrido el 8 de agosto, a través de una carta personal dirigida al arzobispo de Paraná, monseñor Raúl Martín. En el escrito, el pontífice manifestó su pesar y pidió transmitir su cercanía a toda la comunidad eclesial.
“Al recibir la triste noticia del fallecimiento del Cardenal Estanislao Esteban Karlic, Arzobispo emérito de Paraná, deseo expresar a Vuestra Excelencia mi sentimiento de pesar, rogando que lo transmita a cuantos forman parte de esa querida comunidad eclesial”, expresó el Papa en el inicio de la misiva.
El purpurado argentino, de extensa trayectoria pastoral, fue recordado por el Santo Padre como un “abnegado e íntegro Pastor” que dedicó su vida al servicio de Dios y de la Iglesia, llevando “la luz del Evangelio a diversos ámbitos de la vida y la cultura”.
Una vida de servicio a la Iglesia
En la carta, el papa León XIV repasó algunos de los hitos más importantes de la vida del cardenal Karlic. Destacó su labor como sacerdote y obispo en las arquidiócesis de Córdoba y Paraná, así como sus dos períodos al frente de la Conferencia Episcopal Argentina.
El pontífice también recordó que Karlic recibió en Argentina al papa san Juan Pablo II durante su viaje apostólico y resaltó su participación como colaborador en la redacción del Catecismo de la Iglesia Católica, un aporte clave para la doctrina católica contemporánea.
Además de su trabajo a nivel local y nacional, el cardenal Karlic llevó adelante iniciativas pastorales de alcance continental, participando activamente en los debates y orientaciones de la Iglesia en América Latina y en su proyección hacia la Iglesia universal.
Oración y bendición apostólica
El papa León XIV expresó su gratitud por la vida de fe del cardenal Karlic y ofreció sufragios por el eterno descanso de su alma, pidiendo a Dios que le otorgue “la corona de gloria que no se marchita”.
En su mensaje, el pontífice encomendó la figura del purpurado a la intercesión de Nuestra Señora del Rosario, patrona de Paraná, e impartió su Bendición Apostólica como signo de esperanza cristiana.
El fallecimiento del cardenal Karlic marca el cierre de una etapa significativa para la Iglesia argentina, que pierde a uno de sus referentes más respetados y reconocidos en el ámbito pastoral y doctrinal.
La carta completa
Excelencia Reverendísima:
“Al recibir la triste noticia del fallecimiento del Cardenal Estanislao Esteban Karlic, Arzobispo emérito de Paraná, deseo expresar a Vuestra Excelencia mi sentimiento de pesar, rogando que lo transmita a cuantos forman parte de esa querida comunidad eclesial”.
“Recuerdo con estima a este abnegado e integro Pastor que, durante largos años y con gran fidelidad, entregó su vida al servicio de Dios y de la Iglesia, llevando la luz del Evangelio a diversos ámbitos de la vida y la cultura. Sirvió como sacerdote y obispo en las arquidiócesis de Córdoba y Paraná, y fue Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina durante dos períodos consecutivos, recibiendo a mi Predecesor san Juan Pablo II en su viaje apostólico a ese país. Además, entre otras tantas tareas e iniciativas pastorales a nivel local, nacional y continental, se ofreció generosamente al servicio de la Iglesia universal, siendo uno de los colaboradores en la redacción del Catecismo de la Iglesia Católica”.
“Dando gracias a Dios por su vida de fe y su profundo amor a la Iglesia, ofrezco sufragios por el eterno descanso de su alma, para que el Señor Jesús le otorgue la corona de gloria que no se marchita y, mientras lo encomiendo a la intercesión de Nuestra Señora del Rosario, a todos imparto de corazón la Bendición Apostólica, como signo de esperanza cristiana en el Señor resucitado”.
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