“Nos notificaron que a partir del 30 de junio cesarían nuestros centros”, alertó una docente del Centro Nº 27 de Strobel. La medida preocupa por su impacto en jóvenes y adultos que buscan alfabetizarse o continuar sus estudios en contextos de vulnerabilidad.
Docentes adviertes sobre el posible cierre de centros educativos de nivel primario para jóvenes y adultos en Entre Ríos. Daniela Rodríguez Jioco, docente del Centro Nº 27 de Strobel, en el departamento Diamante, informó que desde el Consejo General de Educación comenzaron a notificar el cierre de instituciones educativas que garantizan la alfabetización de personas sin escolarización.
Rodríguez señaló a Elonce que fue informada oficialmente durante una reunión en la Dirección Departamental: “La semana pasada nos citaron a una reunión. Estaban presentes mi compañera de Ramírez, otra colega de Las Cuevas y yo, que trabajo en Strobel. Allí nos notificaron que a partir del 30 de junio cesarían nuestros centros”, expresó.
Según explicó, la noticia fue recibida con desconcierto: “Fue sorpresiva, totalmente desalentadora, y también con bronca, porque no se han tenido en cuenta un montón de situaciones. Me parece una decisión apresurada y sin previo aviso”.
La docente mencionó que uno de los argumentos sería una supuesta baja matrícula registrada en el sistema SAGE. Sin embargo, aclaró que las docentes no tienen acceso directo al sistema de carga de alumnos: “Nosotras enviamos las planillas a nuestros superiores y no sabemos quién carga los datos. En mi caso tengo 10 alumnos, algunos con asistencia intermitente por temas laborales o de salud. Esta modalidad exige flexibilidad”, remarcó.
Rodríguez subrayó que la función del centro educativo excede la alfabetización básica: “Trabajamos con adultos mayores, personas con discapacidad, con trayectorias compartidas con escuelas integrales. Es alfabetización, pero también acompañamiento social, ayuda en trámites digitales, uso del cajero automático, gestión de turnos online. Cumplimos un rol que va más allá del aula”, sostuvo.
Ana Laura Caram, madre de una alumna con discapacidad que asiste al centro, agregó: “Mi hija articula entre la escuela integral Nº 15 y este centro. Este es su segundo año y ha logrado avances educativos, pero también en independencia y sociabilidad. Son cuatro estudiantes con síndrome genético que encontraron en este espacio una oportunidad real de inclusión”.
En tanto, Caram contó que “las condiciones son precarias en las que desarrollan su tarea. No hay aula propia; todos los años busco espacio para dar clases, incluso he pagado alquileres. Si esto es por un recorte, ¿de qué recorte hablamos? El único recorte es el salario paupérrimo del docente, porque todo lo demás lo conseguimos nosotros, en pos de que estos chicos puedan aprender”, afirmó con contundencia.
Finalmente, la docente expresó su preocupación por lo que pasará después del cierre: “Nos dicen que a mitad de año se cierra. ¿Qué hacemos con esta población vulnerable? ¿Dónde los reubicamos? Esto es un golpe a quienes más necesitan el sistema educativo”, concluyó.
