Desde que se levantó, Sol Pérez se sentía cansada y débil. Lo dejó pasar, hasta que notó que iba de mal en peor. "Arranqué el año para atrás. Me dolía mucho la cabeza y me bajó la presión. Pensé que era anginas pero no", contó, ya recuperada, en Involucrados.
La profesional le dijo que tenía un cuadro de deshidratación y rápidamente la medicó para frenarlo. Aunque no la llegaron a internar ni hizo falta colocarle suero, todavía está tomando remedios y mucha agua para recuperarse correctamente. Me dieron unas gotitas para el ojo también porque me lloraba todo el tiempo, pero me dijeron que tiene que ver con la presión", agregó.
Más allá del mal momento, se mostró esperanzada con respecto a lo que vendrá. "Aunque arranqué mal, espero tener un gran 2020", concluyó. Mientras intenta sentirse mejor, disfruta de la temporada de verano y, especialmente, de su romance con Guido Mazzoni, su novio personal trainer.