La lengua chaná es un idioma que se resiste a morir. Blas Wilfredo Omar Jaime es el último cacique vivo de este pueblo y se encarga de enseñar sobre su lengua, cultura y costumbres, supo<b> Elonce TV</b>. Comenzó hoy otro taller.
Comenzó este sábado un nuevo curso en el Museo de Ciencias Naturales, sobre "enseñanza de idioma, cultura y costumbres de pueblos originarios". Esta iniciativa se realiza en Paraná desde hace diez años.
"En las escuelas no se enseña porque no se sabe, uno le pregunta a los paranaenses quiénes eran los chanás y no saben que eran los dueños de todas estas tierras", destacó a <i>Elonce TV </i>Don Blas Wilfredo Omar Jaime. "Vivían en la costa, en las islas, y no dejaban pasar a nadie ni por sus tierras, tampoco por sus aguas", agregó.
Relató que su bisabuela le decía que a los chanás "les gustaba pelear (por eso entraban en litigio con quiénes intentaban pasar por el lugar). Colocaban esqueletos humanos sin cabeza rodeando la zona, para que los demás supieran que si se atrevían a pasar, iban a ser atacados". Esta situación se remonta a 300 años antes de que llegaran los europeos.
Los europeos "llegaron con la falacia de que los mandaba el padre del Dios de los chanás; a todos los pueblos les decían lo mismo. En la cosmovisión chaná, cuando fueron creados, el Dios les había prometido que les iba a mandar mensajeros cuando fuera necesario que los instruyeran en algo. Por eso creyeron".
"Ha quedado muy poco" del legado de su pueblo. "Soy el último cacique vivo del pueblo chaná. La Unesco en una cena unida me reconoce como único hablante", afirmó.
Sobre sus proyectos, dijo que prepara el diccionario y que realiza un libro junto a su hija.
En este pueblo "las mujeres eran las que conservaban la historia y las reglas de convivencia", contó.
Los martes en el Museo, da charlas a las escuelas. Además visita instituciones educativas.
Los sábados, de 10 a 12, se dicta el taller. <i> Elonce.com</i>.