El buque granelero Princess María, de bandera de las Islas Marshall, sigue amarrado en el río Paraná, frente al Campo de la Gloria, tras un grave incidente registrado el pasado miércoles. El derrame de una enorme carga de aceite provocó una emergencia medioambiental y forzó el paro de la planta potabilizadora de agua de Fray Luis Beltrán.
La Justicia federal ha iniciado una investigación para determinar la magnitud de los daños causados por el derrame y las posibles responsabilidades. El fiscal federal Claudio Kishimoto, junto con la Prefectura Naval, lidera el expediente que busca esclarecer si el incidente fue fruto de una acción involuntaria o deliberada.
El derrame, que ocurrió en las primeras horas del miércoles, ha destacado la necesidad de reforzar el control y cumplimiento de las normativas sobre las naves en la Vía Navegable Troncal. Se investiga la hipótesis de que el derrame se originó por el vaciado de la sentina del buque, un compartimento que acumula líquidos contaminantes como combustibles y lubricantes. Estos líquidos deben ser filtrados y tratados adecuadamente antes de su descarga, preferentemente en aguas profundas del mar, para evitar la contaminación en aguas dulces.
Sobre el derrame
El buque Princess María se encuentra actualmente anclado en el kilómetro 345 del río Paraná. La mancha de aceite, que inicialmente apareció en el puerto de Vicentin, se ha desplazado río abajo, afectando el ecosistema costero y causando la aparición de contaminantes en la planta potabilizadora de Fray Luis Beltrán. Esta situación obligó a la Municipalidad de Fray Luis Beltrán a detener la operación de su planta potabilizadora de agua.
Aún se están analizando las muestras del contaminante recolectadas por la Municipalidad y enviadas al Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress). El concejal de San Lorenzo, Esteban Arico, ha solicitado la intervención inmediata del Ministerio y la Subsecretaría de Medio Ambiente, advirtiendo sobre las graves consecuencias ambientales que puede tener el derrame de azufre, otro incidente similar registrado a fines de agosto en el muelle de Vicentín.
El Gobierno local y las autoridades ambientales permanecen en alerta mientras se investigan los daños y se evalúa la respuesta adecuada para mitigar el impacto ambiental del derrame. La situación subraya la importancia de una supervisión rigurosa y una gestión adecuada de los desechos en las operaciones marítimas para proteger los recursos naturales y la salud pública. (Rosario 3)