Una jubilada fue víctima de una estafa telefónica y por redes sociales, donde delincuentes se hicieron pasar por personal del PAMI y le robaron 800.000 pesos correspondientes a su jubilación y aguinaldo. "Ahora no tengo plata hasta febrero", lamentó.
Una jubilada de Chajarí fue víctima de una estafa virtual y perdió 800.000 pesos tras un engaño realizado por teléfono y redes sociales. El dinero correspondía a su jubilación y aguinaldo. La mujer relató cómo los delincuentes lograron obtener sus datos personales y bancarios, haciéndose pasar por personal del PAMI.
La damnificada es la secretaria de la parroquia Santa Rosa, María Josefa “Pepa” Zucco, quien contó que el contacto se inició a través de Facebook. “Resulta que entré a Facebook, yo pensé que era una llamada de ellos y empezó a decirme que entraba en el premio de una computadora para todos los jubilados, y después empezó a preguntarme cosas”, relató.
Según explicó, los estafadores utilizaron la promesa de un supuesto premio para ganarse su confianza. De esa manera, le solicitaron información personal con el argumento de “completar” la entrega de una computadora. En el transcurso de la comunicación, se hicieron pasar por personal del PAMI y le pidieron su número de documento y datos vinculados a sus cuentas bancarias, publicó Tal Cual.
“Les di toda la información que me pidieron, pero después me di cuenta que estaba mal”, aseguró la jubilada, al recordar el momento en que advirtió que había sido engañada.
Tras concretarse la estafa, Zucco señaló que el dinero sustraído correspondía a su jubilación y al aguinaldo, lo que agravó su situación personal. "Ahora no tengo plata hasta febrero", lamentó.
De igual manera, la damnificada que recibió la ayuda de personas allegadas que ofrecieron la ayuda económica para que no tenga inconvenientes en su tratamiento médico, al que esta sometida como producto de una operación realizada tiempo atrás.
Acompañada por su hija, la mujer se dirigió a la Comisaría N° 1 de Chajarí, donde realizó la denuncia correspondiente. No obstante, manifestó tener pocas expectativas respecto a la recuperación del dinero y al esclarecimiento del hecho.
El caso se sumó a una serie de estafas similares que tuvieron como blanco a jubilados, mediante maniobras que combinan llamadas telefónicas, redes sociales y la suplantación de identidad de organismos oficiales, con el objetivo de obtener información sensible y acceder a cuentas bancarias.