

REDACCIÓN ELONCE
La Catedral Metropolitana de Paraná fue el escenario de una de las celebraciones más significativas del calendario cristiano: la Misa de Vigilia Pascual. Con la presencia de numerosos fieles y un clima de recogimiento, la ceremonia fue presidida por el arzobispo de Paraná, monseñor Juan Alberto Puiggari, quien reflexionó sobre el mensaje central de la Pascua: la resurrección de Cristo.
“Uno quisiera gritar al mundo entero lo que decían los ángeles ‘no está aquí ha resucitado y es un Cristo que vivo que vive y está en medio de nosotros’”, expresó al inicio de su homilía, cargada de simbolismo y emotividad. La misa comenzó en completa oscuridad, como es tradición, para representar la ausencia de Dios en el mundo, hasta que el fuego del cirio pascual comenzó a iluminar el templo.

“La vigilia es la más importante. Empieza la oscuridad porque cuando Dios no está, está muerto el mundo, está oscuro. Pasa lo mismo en el alma de uno: cuando Dios no está en mi alma, mi alma está oscura. Por eso comenzamos todo oscuro, que tiene un significado de un Cristo muerto y el sirio que va avanzando. Después las velitas que se van prendiendo de los fieles va iluminando como Jesús trae la luz al mundo y todos los cristianos unidos a Jesús tenemos que ser luz en el mundo de hoy”, explicó Puiggari.
El valor del símbolo y la renovación bautismal
Durante la ceremonia, el arzobispo remarcó la importancia del fuego y las velas como signos visibles de la luz de Cristo. “Cristo es luz, donde está Cristo en el mundo en el corazón, donde Cristo está hay luz”, afirmó. La comunidad presente participó con devoción en la renovación de las promesas bautismales, un momento central de la liturgia de la Vigilia.

“Hoy renovamos las promesas bautismales que hicieron nuestros padrinos en el bautismo, renovando por un lado renunciar al pecado y afirmar nuestra fe en Dios. Jesús resucita en cada corazón”, añadió, invitando a los presentes a vivir con esperanza el mensaje de la Pascua.
Puiggari también destacó el rol de María Magdalena en el relato bíblico de la resurrección y su papel en la historia de la Iglesia: “Ella es la primera apóstol de la resurrección. Ya ahí la iglesia le da un papel predominante a la mujer, ya de esa época lo importante es que nos llenemos de gozo. Más allá de todos los problemas, Cristo está con nosotros y Cristo nos dice ‘No tengan miedo que estoy con ustedes hasta el fin del mundo’”.
Un llamado a la unidad y la esperanza para el país
En el cierre de su mensaje, monseñor Puiggari llamó a vivir una Pascua en familia, con el corazón abierto a Dios. “Abramos el corazón a Dios, y dejemos que Jesús, que dice ‘Hago nuevo todas las cosas’. Él renueva toda la vida del hombre y la vida. Queremos una Argentina mejor, démosle lugar a Dios”, concluyó.

La Vigilia Pascual marcó así el inicio de la Pascua, tiempo litúrgico que conmemora el triunfo de la vida sobre la muerte y la esperanza cristiana en la resurrección. Con una Catedral colmada de fieles, Paraná vivió una de las celebraciones más intensas de la Semana Santa.