El piloto entrerriano atraviesa una de sus temporadas más irregulares en el Turismo Carretera. Con un solo triunfo en el año, llegará a su ciudad natal con la esperanza de recuperar protagonismo en las últimas fechas del campeonato.
El 2025 no ha sido el año esperado para Mariano Werner, quien enfrenta una de sus temporadas más difíciles en el TC. Las complicaciones con el Ford Mustang le impidieron lograr regularidad y buenos resultados, y aunque logró ingresar “por la ventana” a la Copa de Oro, sus chances de título son escasas.
Con apenas una victoria en el año, el “Zorro” de Paraná no pudo consolidar el rendimiento de su auto y debió sortear abandonos, cambios de motoristas y errores que afectaron su desempeño. Sin embargo, Paraná, su ciudad natal, vuelve a aparecer como un faro de esperanza en el cierre de la temporada.
El regreso del TC al Autódromo Ciudad de Paraná, previsto para el fin de semana del 1 y 2 de noviembre, representa una nueva oportunidad para el múltiple campeón, que buscará reencontrarse con su mejor versión ante su público.
Paraná, el escenario de su primera victoria en el TC
El vínculo entre Werner y Paraná tiene una historia especial. Allí, un 11 de octubre de 2009, el piloto consiguió su primer triunfo en el Turismo Carretera, iniciando una carrera deportiva repleta de éxitos.
Aquella mañana lluviosa, el entrerriano terminó segundo en su serie detrás de Agustín Canapino, pero en la final desplegó todo su potencial: superó al de Arrecifes, a Fontana, a Altuna y a “Pechito” López, para quedarse con su bautismo de victoria en la categoría más popular del automovilismo argentino.
Desde entonces, Werner no volvió a repetir un triunfo en el trazado donde es local con la “máxima”, pero cada regreso al circuito despierta la misma ilusión que en sus comienzos.
Un año irregular marcado por abandonos y cambios técnicos
Werner inició el 2025 con el pie izquierdo: en la primera fecha, en Viedma, debió abandonar por un problema de transmisión. La alegría llegó recién cinco fechas después, en Córdoba, donde se impuso en un intenso mano a mano ante Julián Santero, en una maniobra que generó debate por varios días.
Sin embargo, los contratiempos regresaron rápidamente. Hubo abandonos en Posadas y San Juan, una clasificación al playoff en Buenos Aires conseguida con lo justo, y una nueva deserción en San Luis. En medio de este panorama, el entrerriano también experimentó cambios de motoristas: se separó de Rody Agut, con quien había logrado varios campeonatos, y luego trabajó con “Mosquito” Pianka y “Gardelito” Fernández.
Además, un error en la clasificación en San Nicolás lo relegó en las series pese a mostrar buen ritmo, cerrando la fecha a 79 puntos de Agustín Canapino. Una seguidilla de infortunios que afectaron a uno de los pilotos más dominantes del automovilismo nacional en los últimos años.
Las Pick Up, un refugio en medio de la tormenta
A diferencia del TC, en las TC Pick Up Werner encontró mayor estabilidad. Consiguió varios podios y se adjudicó la etapa regular del campeonato. Aunque el triunfo también se hizo esperar, finalmente llegó durante la Copa, y nada menos que en su casa.
Paraná lo vio festejar por primera vez en la categoría, consolidándose como líder del certamen y recobrando confianza de cara al final del año. Una vez más, su ciudad natal funcionó como refugio emocional y deportivo.
Con el retorno del Turismo Carretera a Paraná, el piloto buscará cerrar la temporada con un buen resultado ante su gente y, por qué no, repetir la historia de 2009. (Con información de Campeones)
