Con un global de 3-2, el Granate avanzó a la final y enfrentará a Atlético Mineiro en busca de su segundo título en el certamen continental.
Lanús derrotó 1-0 a Universidad de Chile en el Estadio Néstor Díaz Pérez y, con un global de 3-2, aseguró su lugar en la final de la Copa Sudamericana 2025.
El Granate, que había empatado 2-2 en la ida en Chile, se medirá en la final a Atlético Mineiro el próximo 22 de noviembre en Paraguay, en lo que promete ser un emocionante duelo. Rodrigo Castillo fue la gran figura de la serie, marcando los tres goles de su equipo y llevando a Lanús a su tercera final en el certamen continental.
El encuentro comenzó con una intensidad notable, donde los primeros minutos fueron marcados por una jugada polémica. A los 4 minutos, Agustín Cardozo de Lanús cometió una plancha violenta sobre Javier Altamirano de la Universidad de Chile, lo que generó debate. El árbitro Alexis Herrera mostró tarjeta amarilla a Cardozo, aunque la jugada parecía merecer una sanción más severa. Sin embargo, el VAR, bajo la supervisión de Ángel Arteaga, validó la decisión del árbitro principal. El partido, que en principio fue dominado por los visitantes, cambió su curso a los 11 minutos cuando un gol anulado a Lanús mantuvo la tensión en el aire.
La jugada comenzó con un pase largo de Carlos Izquierdoz, seguido por un gran control de Rodrigo Castillo, quien asistió a Marcelino Moreno para una definición impecable. Sin embargo, la tecnología intervino y anuló el gol por un fuera de juego milimétrico de Moreno, dejando el marcador en cero. Pese a esta jugada, Lanús no bajó la guardia y continuó buscando el gol, mientras que la U de Chile intentó sorprender a Nahuel Losada con un disparo desde mitad de cancha que pasó cerca del travesaño.
Rodrigo Castillo, el héroe de la noche
El primer tiempo finalizó sin goles, pero Lanús salió decidido en el segundo tiempo a resolver la serie. A los 51 minutos, una jugada de peligro fue invalidada por el VAR, lo que permitió al equipo de Mauricio Pellegrino recuperar la paridad. Sin embargo, la gran jugada de la noche llegó a los 61 minutos, cuando Marcelino Moreno desbordó por la derecha y asistió a Rodrigo Castillo, quien enfrentó al arquero Gabriel Castellón con gran calma. Castillo engañó al portero y definió con pierna zurda para poner el 1-0 que clasificaba a Lanús a la final.
El gol de Castillo fue la culminación de una gran jugada colectiva, que evidenció la superioridad del Granate en el segundo tiempo. La Universidad de Chile, que a pesar de los esfuerzos no logró concretar ninguna jugada peligrosa, reclamó una mano de Eduardo Salvio en el inicio de la jugada que derivó en el gol, pero el árbitro y el VAR desestimaron el reclamo. Con ese tanto, Lanús selló su pase a la final con un global de 3-2, tras el empate 2-2 en la ida. (Con información de Infobae)
