El actor Bruce Willis atraviesa un proceso de deterioro severo y ya fue trasladado a un centro especializado. Su entorno busca que su caso contribuya a comprender mejor la enfermedad.
La salud de Bruce Willis continúa deteriorándose a causa de la demencia frontotemporal (FTD), el trastorno neurológico que le fue diagnosticado en 2023. En medio de este avance, su familia tomó una decisión de donar su cerebro a la ciencia para que pueda ser estudiado después de su muerte.
Desde que comenzó el tratamiento, el entorno del actor reorganizó su vida cotidiana para garantizarle acompañamiento permanente. Hace algunas semanas, su esposa, Emma Heming Willis, se refirió al presente del actor y reveló que perdió el habla y que fue trasladado a un centro especializado con atención médica las 24 horas.
La determinación de la familia cobra especial relevancia porque la demencia frontotemporal, aunque menos común que el Alzheimer, es una de las principales causas de deterioro cognitivo en personas menores de 65 años.
La enfermedad compromete los lóbulos frontales y temporales del cerebro, afectando el comportamiento, el lenguaje y la capacidad de organizar o planificar acciones.
Los especialistas coinciden en que todavía falta investigación para comprender mejor su origen, avanzar en diagnósticos tempranos y desarrollar tratamientos específicos.
En ese sentido, el estudio del cerebro de Willis podría aportar información crucial para futuras líneas de investigación y para responder preguntas que la ciencia todavía no logró resolver.
Una familia que eligió hacer pública una batalla íntima
Desde que el actor comenzó a mostrar síntomas, su entorno más cercano decidió resguardarlo, pero también compartir parte del proceso. Primero comunicaron el retiro de Bruce de los sets por problemas de salud; luego, con el diagnóstico de FTD confirmado, hablaron de “un círculo de cuidado” en torno a él, integrado por Emma, sus hijas y Demi Moore, que también acompaña esta etapa.
En los últimos meses, Emma se enfocó en visibilizar el rol de las personas que cuidan: habló del desgaste emocional, de la importancia de pedir ayuda y de armar redes de apoyo. Además de su activismo en redes y de su podcast, está escribiendo un libro en el que recorre este camino y subraya la necesidad de poner en agenda la salud cerebral y la investigación en demencias.
La decisión de donar el cerebro de Bruce Willis, comunicada ahora, se suma a esa línea: se trata de una acción profundamente íntima que, al mismo tiempo, tiene una proyección colectiva. Para su familia, es una manera de transformar una experiencia dolorosa en una contribución concreta a la ciencia y a otras personas que, hoy o en el futuro, enfrenten un diagnóstico similar.