Luego del sepelio de Lisandro Tobías Bustamante, un grupo de jóvenes protagonizó disturbios frente a la casa de la presidenta del club donde ocurrió la tragedia.
El barrio Villa Suaya, de La Banda en Santiago del Estero, volvió a ser escenario de tensión luego de la muerte de Lisandro Tobías Bustamante, el menor que falleció el martes por la noche tras caer del techo del tinglado del Club Atlético Villa Suaya, cuando intentaba descolgar un pasacalles.
Ayer, cerca del mediodía, luego de que su cuerpo fue sepultado en la necrópolis bandeña, al menos veinte adolescentes –allegados a Bustamante– protagonizaron un violento incidente en el que un cabo de la policía terminó con heridas de bala en el rostro.
Ante la gravedad de los disturbios, se solicitó refuerzo a la Base de Prevención Nº 5, que envió tres móviles al lugar. El operativo permitió el despeje del sector y la restitución del orden.
Disturbios frente a la casa de la presidenta del club
Según informó la policía, el violento episodio se registró cerca de las 12, cuando un grupo de adolescentes –que regresaba del sepelio de Tobías– pretendía acercarse a la vivienda de Lidia Ovejero, presidenta del club donde ocurrió la tragedia.
Allí se enfrentaron con los efectivos que custodiaban la casa de Ovejero. Los revoltosos –siete de los cuales fueron identificados como Daniel Ibarra (20), Frabricio C. (16), Yonathan Sández (18), Claudio Ibarra (22), Agustín Gómez (18), Martín Ibarra (24) y Matías Ibarra (23), todos residentes en el barrio– comenzaron a arrojar ladrillos contra el personal policial.
Disparos y detenciones
La violencia se intensificó cuando los agresores les dispararon con “tumberas”. Para repeler la acción, los efectivos realizaron disparos disuasivos.
De acuerdo con lo informado, los acusados intentaron huir para dispersarse, pero fueron apresados por orden del fiscal Álvaro Yagüe. Además, los policías secuestraron los caños galvanizados utilizados como armas.
En tanto, el efectivo herido, identificado como Cristian Ledesma, fue hospitalizado tras recibir impactos de bala en el rostro. (El Liberal)
