REDACCIÓN ELONCE
Con la participación de más de 800 personas, el Congreso de la Primera Infancia cerró sus puertas en Gualeguaychú. El evento, declarado de interés por el Consejo General de Educación de la provincia y con el acompañamiento de UNICEF, reunió a especialistas que destacaron la importancia del juego.
La ciudad de Gualeguaychú fue el epicentro de un debate crucial sobre la educación y el desarrollo en los primeros años de vida. La especialista en educación y aprendizaje, Tali Vir Blaistein, una de las disertantes del Congreso Latinoamericano de la Primera Infancia, calificó el encuentro como una instancia con una "modalidad integradora, respetuosa, amorosa, cuidada". Blaistein, que es entrerriana de origen, valoró la alta convocatoria de dos días de conferencias, señalando que el evento respondió a lo que hoy necesita el país: "trabajar sobre el derecho al juego y a la educación en las primeras infancias".
Durante su disertación, Blaistein provocó a la audiencia con el concepto de "Vitamina J", un término que inventó para alertar sobre lo que considera un déficit en la sociedad actual. La especialista sostuvo que hoy en día los niños están "muy apresurados por cuestiones más de que tienen que rendir y ser fieles a un sistema de producción" con agendas "llena" de actividades extraescolares. En su opinión, este ritmo de vida los priva del juego libre y espontáneo, lo cual tiene graves consecuencias.
Según Blaistein, si un niño no tiene contacto con el juego "se enferma también y por eso hoy estamos digamos con un montón de crisis de Salud Mental". La especialista fue enfática al decir que los adultos somos "los responsables de generar espacios, tiempo y permiso por el juego", no solo para los niños, sino también para nosotros mismos. Para ella, los adultos deben volver a jugar, ya que jugar no es solo un acto infantil, sino todo aquello que se elige "con libertad", lo que a su vez se convierte en un ejemplo para las infancias.
La educación inicial en el centro del debate
El congreso contó también con la participación de la profesora de Ciencias de la Educación de la UBA, Laura Pitluk, quien calificó al evento como "intenso, interesante, profundo y afectivo". Pitluk destacó que los debates no fueron de confrontación, sino que consistieron en "reflexiones compartidas acerca del lugar de las infancias de la educación desde diferentes miradas de los distintos especialistas y los diferentes campos".
Sin embargo, la profesora aprovechó la oportunidad para señalar que hay un debate pendiente en el país respecto al enfoque educativo. Criticó las "ideas que se quieren instalar especialmente desde el gobierno nacional con la vuelta atrás en el enfoque educativo", así como las "modas de turno que aparecen como salvadoras sin sentido de lo educativo". Para Pitluk, es fundamental que se revalorice el rol del docente, ya que existe una corriente que busca "desentenderse del valor que tiene lo educativo y la presencia docente", algo que, en su opinión, los niños necesitan más que nunca.
La profesora Pitluk hizo hincapié en la necesidad de concretar políticas públicas que refuercen la educación inicial, especialmente a nivel provincial. Hizo referencia al documento curricular de Entre Ríos, que debe ser ajustado en sus etapas de maternal e infantes. A su vez, destacó la importancia de seguir generando propuestas y capacitaciones que profundicen en las temáticas, más allá de los congresos.
Mirada, atención y el rol fundamental del adulto
Tanto Blaistein como Pitluk coincidieron en el mensaje central del Congreso de la Primera Infancia: las infancias necesitan ser vistas y sostenidas por adultos responsables. Al ser consultada sobre la situación a nivel nacional, la profesora Pitluk fue contundente al decir que "las infancias están pidiendo mirada, atención, cuidado y adultos que se responsabilicen de sostenerlos".
En un cierre emotivo, ambas profesionales enviaron un mensaje a las familias entrerrianas. Blaistein, que aún se siente muy cercana a la provincia, reconoció que Entre Ríos todavía conserva un "clima provincial" más amable con la infancia debido a la cercanía con la naturaleza. Pitluk, por su parte, demostró su aprecio por la capital entrerriana, enviando saludos y expresando su deseo de volver a Paraná. Ambas especialistas dejaron en claro que el juego y la educación de calidad no pueden existir sin la presencia de adultos comprometidos, tanto en el hogar como en las escuelas.