El arma que usó el atacante de Cristina de Kirchner es una pistola Bersa modelo Lusber 84 que se dejó de fabricar hace más de 40 años. Un experto explicó a Elonce cómo se produce el disparo y detalles de las pericias que se realizan.
La pistola Bersa calibre 32 no disparó. Fernando Andrés Sabag Montiel apretó el gatillo. En las grabaciones de video se escucha el golpe del percutor, un sonido seco, metálico. Sin embargo, el martillo no alcanzó a dar con la cápsula fulminante (o pistón) que inicia la inflamación de la carga explosiva que propulsará el proyectil. ¿Por qué no disparó?
El Licenciado en Investigación Criminal Iván Berón, jefe de la División Scopometría de la Dirección Criminalística de la Policía de Entre Ríos, hipotetizó, de acuerdo a su experiencia en esa área donde se hacen las pericias balísticas, sobre el porqué el disparo no salió.
“Las hipótesis sobre lo que puede haber pasado son muchas. En general, cuando tenemos que hacer una trazabilidad sobre este tipo de arma y los peritajes, determinamos que podría haber sido una falla respecto del arma, a una impericia del operador o bien sobre la cartuchería. Es decir que si el arma no funciona podría ser por una falla mecánica del arma, porque no se llevó un cartucho a recámara, o bien por una falla técnica sobre el cartucho. Cartuchos que están en malas condiciones también ayudan a que no se produzca el disparo”.
Se le consultó al especialista qué significa que un arma esté “apta para el disparo”. En este sentido afirmó que en el área de Scopometría se hace “un test de suficiencia mecánica. Comprobamos que todos los sistemas del arma de fuego estén en condiciones de manipulación y que se efectúen los disparos respectivos. Eso sería un resultado pericial apto para el disparo. Hay armas que no son aptas para el disparo porque tienen alguna anomalía”.
El arma que portaba Sabag Montiel, por las imágenes que se conocieron en los medios, es una Bersa modelo Lusber 84.
Bersa es una empresa argentina fundada en 1958. Su nombre original fue Tecnofres, hasta que en 1962 cambió por el definitivo BERSA, inspirado en los nombres de sus socios fundadores: Benso Bonadimani, Ercole Montini y Savino Caselli. Su planta de producción está ubicada en Ramos Mejía, partido de La Matanza. Hoy es el principal proveedor de armas para fuerzas de seguridad y fuerzas policiales del país.
El modelo es el Lusber 84, calibre 32, tiene lugar para 8 municiones. Es un arma semiautomática de simple acción.
“El modelo se produjo desde el año ’73 al ’78, por una licencia para ser exportada a Países Bajos e Italia, un resabio quedó en nuestro país. Es un arma que está discontinuada para la compañía Bersa. Está hecha en base a la estructura de una pistola Bersa calibre .22 modelo ‘64, lo único que se ha cambiado algunos sistemas para mejorar el calibre; darle más potencia al mismo” aportó Berón.
Respecto de otros detalles, el experto aseguró que “el proyectil pesa 4,6 grs. Tiene una potencia de 276 metros por segundo, aproximadamente y alrededor de 17, 9 o 18 kg fuerza en impacto a esa corta distancia (desde la que se apuntó a la vicepresidenta), con lo cual está muy por encima de lo que se necesita para dañar mortalmente a una persona”.
Iván Berón, jefe de la División Scopometría
Y sobre el funcionamiento del arma, manifestó que “si yo no llevo la corredera hacia atrás, teniendo el almacén cargado en un cartucho en el magazine, y la libero, el cartucho no se va a alojar en la recámara, eso lo alinea al tubo cañón con el percutor. Al presionar la cola disparadora se produce el disparo, un montón de gases se inician en el fulminante. En esa expulsión del proyectil a distancia, recorre el tubo cañón y sale al exterior. Ahí se produce la trayectoria balística y en los cuerpos se denomina trayecto balístico”.
“Cuando un arma es secuestrada vamos al lugar, establecemos esas condiciones mínimas de seguridad para el transporte del arma de fuego e ingresa a la dirección Criminalística con una cadena de acontecimientos, que es la cadena custodia, acta de procedimiento, rótulo de elemento, es decir cuestiones formales. Una vez que el fiscal solicita la pericia sobre el elemento y poniendo fecha, se comienzan los peritajes para determinar la funcionalidad del arma de fuego”, aseveró respecto del trabajo tras incautar un arma.
En el caso de que el arma tenga algún tipo de anomalía “se deja sentado en cada una de las pericias y se tratan de efectuar al menos dos disparos testigo con esa arma en particular. Después de esos disparos testigo si confirmamos la funcionalidad del arma podemos certificar esto. Cada arma en particular tiene una identidad, cada uno de los peritajes están asociados a ese arma”, agregó Berón.
Para tener un arma de fuego “se necesita ser legítimo usuario. Cumplido ese requisito, se le da titularidad de tenencia y/o portación de esa arma de fuego”, resaltó Berón. Elonce.com.