Paulo Dybala erró en la tanda de penales y el Milan se quedó con la Supercopa de Italia que se disputó en Doha. Gonzalo Higuaín también jugó y metió el suyo, pero no alcanzó. Paletta fue titular en el campeón, mientras que Sosa no ingresó.
La Juventus es la joya del fútbol italiano, el súper campeón de casi todo lo local y el que llega lejos en la Champions, torneo que últimamente se lo llevan los españoles. Pero a veces la Vecchia Signora falla y ahí es cuando aparece otro histórico para volver a sonreír. El Milan le ganó la Supercopa de Italia, que se disputó en Doha, al superarlo en la tanda de penales. Gonzalo Higuaín metió el suyo, pero Paulo Dybala erró el quinto y trofeo para el Rossonero, que tuvo presencia argentina: Gabriel Paletta fue titular, mientras que José Sosa miró la final desde el banco y también se colgó la medalla Leonel Vangioni.
El juego fue parejo, con un poco más de dominio del Milan. Chiellini puso arriba a la Juve, a los 18 minutos de partido, y Bonaventura lo empató, a 38'. Fueron a suplementario, donde el equipo de Turín tuvo las mejores chances, con un gol anulado a Evra, una que se perdió increíblemente Dybala y una discutida sobre el cierre, donde pidieron penal. Todo a definirse desde los doce pasos...
Marchisio, gol. Buffon se lo atajó a Lapadula. Parecía que la Juventus se encaminaba a la octava copa. Pero Mandzukic reventó el travesaño y Bonaventura lo empató, otra vez. Kucka y Khedira hicieron los suyos: 3-3. Higuaín, fuerte al medio. Suso, el 4-4. El turno de Dybala, que disparó cruzado y atajó Donnarumma a mano cambiada. Y Pasalic le dio el título al Milan, la séptima, para igualar la marca de los vencidos.