Proyectan que calle Corrientes sea más ancha, en el tramo que se extiende entre Andrés Pazos y Victoria, de modo de tener igual ancho que el tramo que empieza en Urquiza, y que recién retoma a partir de Victoria.
El 5 de septiembre de 1913 el Concejo Deliberante de Paraná autorizó al Ejecutivo a ejecutar la obra de ensanche de calle Corrientes, desde Urquiza hasta Nogoyá.
De ese modo, se aprobó la modificándose la línea de edificación de la acera izquierda en dirección de sur a norte.
El artículo segundo, aclaró: "El ensanche referido se hará a medida que los propietarios soliciten línea para edificar".
Ese trámite, claro, ha sido lento, muy lento.
Más de un siglo después, todavía siguen en pie las viejas construcciones, y sólo se han corrido de la línea de edificación original sólo unas pocas construcciones nuevas, principalmente edificios en torre.
La ocupación de esa franja paralela a calle Corrientes, decía la ordenanza, se hará mediante una facultad otorgada al Ejecutivo para que proceda a "hacer arreglos equitativos y ad referéndum sobre liberación de impuestos, etcétera, con los propietarios de los terrenos y propiedades por la nueva delineación siempre que dentro de un término de dos años quisieran edificarlos o reedificarlos de acuerdo con esta Ordenanza".
<b>Obra demorada</b>
Casi tres años después de haberse dispuesto su ampliación, el 26 de mayo de 1916 se sancionó una nueva ordenanza que había suspendido los trabajos. Pero esa norma fue luego derogada, y así quedó en pie la disposición de dar una nueva fisonomía a esa arteria.
El siglo que siguió después de aquella disposición de 1913 trajo consigo marchas y contramarchas al proyecto original.
Por fin, la ordenanza Nº 2736 introdujo algunas modificaciones que quedaron en forma definitiva.
El cambio principal fue la modificación del artículo 1º de la ordenanza del 5 de setiembre de 1913, que quedó redactado del siguiente modo: "Ensánchese la calle Corrientes desde General Urquiza hasta Nogoyá, modificándose la línea de edificación de la acera izquierda en dirección de sur a norte entre las calles indicadas, partiendo de la línea dada para la construcción del edificio de la Facultad de Ciencias de la Educación por Ordenanza de fecha 16 de Agosto de 1926 y que coincida con la esquina norte de la calle Nogoyá, sobre la misma acera, de acuerdo con el plano proyectado por el Departamento de Obras Públicas".
El artículo 3º de esa norma ordenó al Ejecutivo encarar una medida que, hasta ahora, no se había ejecutado. Decía así: "Queda facultado el Departamento Ejecutivo para autorizar a los propietarios que deseen edificar o reedificar en los terrenos afectados al ensanche de la calle Corrientes dispuesto por la Ordenanza de fecha 26 de Mayo de 1916, para construir verjas o jardines en el terreno baldío que quede frente a sus casas hasta tanto la Municipalidad tome posesión de la tierra y realice el ensanche de la calle".
A paso lento
Eduardo Barbagelata, exconcejal, está a cargo de la Secretaría de Proyectos Especiales en la Municipalidad de Paraná, y entre las iniciativas que tiene a su cargo está la de retomar la obra de ensanche de calle Corrientes.
Lo plantea así: en dos etapas. "Quizá la obra final no se haga en esta gestión. Quizá sea la próximo. Pero hay que empezar por lo que podemos empezar", asegura.
"Hemos avanzado bastante despacio, pero avanzamos con lo que ya tenemos. La idea es aprovechar lo que ya tenemos, que es la expropiación de los frentes, y sobre esos espacios que ya son públicos, vamos a construir veredas, de modo de darle un mayor ancho, para que la gente pueda transitar con mayor tranquilidad. Esa calle tiene veredas muy angostas", dice.
La fisonomía de Corrientes es peculiar: empieza a Urquiza, con boca ancha, pero en la cuadra siguiente, Andrés Pazos, se angosta de modo estrepitoso y así queda hasta Victoria, donde vuelve a tener más ancho de calzada.
En ese sector donde la calle es más angosta, la situación es dispar.
Las nuevas construcciones se han levantado sobre la nueva línea de edificación que se fijó en 1913, más de un siglo atrás.
El resto de las construcciones, bajas, del siglo XIX, se mantiene con su estructura original.
Pero donde las construcciones se han retirado de la vieja línea de edificación, el gobierno de la ciudad tiene previsto avanzar.
"Vamos a empezar por la cuadra que más expropiaciones tiene. Aunque nos queden casas sin expropiar, vamos a desarrollar espacios para aprovechamiento de la gente, para que se siente, par que tenga lugar con arboleda, para ubicar bancos, y disponer espacio de vereda más ancha", dice Barbagelata.
Claro que la segunda etapa, la continuidad de las expropiaciones para, por fin, concretar el ensanche de la calle, presenta algunos interrogantes.
"Con la primera parte vamos a avanzar sí o sí ?anticipa el funcionario--. Queremos ocupar esos espacios ya expropiados, y sobre los cuales los propietarios han sido compensados de alguna manera. En cuanto a la segunda fase, completar la expropiación, sobre eso hay varias cuestiones a analizar. Vamos a seguir con la idea de la compensación ante cada nueva expropiación. Pero ahí cabe la decisión del intendente (Sergio Varisco): requiere una decisión política. Definir si están los recursos para la expropiación y el ensanche. Pero la primera etapa se va a hacer. Lo que no podemos hacer es quedarnos sin hacer nada".
Ya hay un equipo compuesto por una arquitecta y un abogado trabajando en el tema.
<b>Donación</b>
En 2011 el Concejo Deliberante aprobó la ordenanza Nº 8.952 por la cual aceptó la donación de una fracción de terreno que se destinará a la futura ampliación de la calle Corrientes.
El artículo 1º dice: "Acéptase la donación formulada por Zoraida Fátima Apaz y Soraya Apaz de una fracción de terreno el que, según plano de mensura registrado en la Direción de Catastro bajo el Nº 169653, está ubicado en esta ciudad, área urbana, distrito U.R.1.2., sección primera, manzana 64, Lote 1, consta de una superficie de 58,98 m2".
Y agrega que "la fracción que se acepta en donación es sin cargo y con destino al ensanche de calle Corrientes, conforme lo dispuesto mediante Ordenanza del 5 de septiembre de 1913 y su modificatoria Ordenana Nº 2736".
Pero no todas son donaciones, y en el gobierno de la ciudad están al corriente que no todo será tan sencillo. Que habrá que negociar mucho para conseguir por fin expropiar todo lo necesario para finalmente concretar una obra que lleva más de un siglo de espera.