El exarquero fue sometido a una traqueotomía como parte del tratamiento por una infección intrahospitalaria que complicó su salud. Su familia pide paciencia y cautela. Sigue internado tras más de 60 días de hospitalización.
Hugo Orlando Gatti permanece internado en un hospital de la Ciudad de Buenos Aires, donde a finales del mes pasado fue sometido a una traqueotomía como parte de su tratamiento médico. El exarquero de Boca, de 80 años, lleva más de 60 días hospitalizado, luego de sufrir una fractura de cadera que derivó en una infección intrahospitalaria y una insuficiencia renal.
Desde el entorno familiar se muestran cautelosos frente a la evolución del Loco. “Todo lo que no sea empeorar es mejora. Es un proceso lento y sabemos que necesitamos paciencia. En eso estamos”, expresó Lucas, uno de sus hijos.
La situación de salud de Gatti no es nueva. En 2020, en plena pandemia de coronavirus, atravesó una neumonía bilateral mientras residía en Madrid, donde formaba parte del staff del reconocido programa deportivo español El Chiringuito.
La pérdida más dolorosa
A mediados de 2024, Gatti vivió uno de los golpes más duros de su vida: la muerte de su esposa, Nacha Nodar, con quien compartió más de cinco décadas. Su partida significó un profundo dolor para el exfutbolista, que siempre destacó el apoyo incondicional que recibió de ella.
El Loco y Nacha, exmodelo, se casaron en 1977 luego de un tiempo de noviazgo y formaron una familia con dos hijos: Federico y Lucas, este último con trayectoria como futbolista en clubes de Argentina y Europa.
En una entrevista con Susana Giménez en 2008, Nacha recordaba el inicio de su historia de amor con ternura: “Yo era una bebé. Nos conocimos a la vuelta de mi casa, en un negocio que tenían Luis Artime y Carlos Griguol, jugadores amigos de él. Él era un poco amigo de mis hermanos, pero no me dio bolilla. A los cuatro o cinco años, en Mar del Plata, nos volvimos a ver y al regresar nos consolidamos, aunque en ese momento él tenía novia allá”.
Una leyenda bajo los tres palos
A lo largo de su carrera profesional, Hugo Gatti defendió los arcos de Boca Juniors, River Plate, Gimnasia y Esgrima La Plata, Unión de Santa Fe y Atlanta. Su etapa más destacada la vivió en Boca, donde alcanzó el récord de ser el arquero con más partidos disputados en la historia del club, con un total de 417 encuentros.
Durante su paso por el Xeneize, conquistó dos Copas Libertadores, una Copa Intercontinental en 1977 y los campeonatos Metropolitanos de 1976 y 1981. También acumuló minutos en otros equipos: jugó 224 partidos en Gimnasia, 93 en River, 45 en Unión y 38 en Atlanta. A nivel internacional, fue convocado en 18 oportunidades por la Selección argentina.
Más allá de los números, su estilo de juego marcó una era. Fue un arquero revolucionario, con gran habilidad para jugar con los pies y una personalidad arrolladora. Su melena, su carisma y su capacidad para captar la atención mediática lo transformaron en un personaje único dentro y fuera del campo.
Un personaje mediático e inconfundible
Una vez retirado del fútbol, Gatti supo reinventarse en el mundo de los medios de comunicación. Su participación en El Chiringuito, el popular ciclo deportivo español conducido por Josep Pedrerol, lo posicionó como una de las voces más polémicas del panel, siempre fiel a su estilo directo y sin filtros.
En 2023, decidió dejar el programa español y regresar a la Argentina, donde se sumó a Fútbol sin Manchas, el ciclo televisivo conducido por Gabriel Anello. Allí mantuvo su impronta y continuó con su análisis crítico del fútbol, siempre desde su vasta experiencia como jugador.
Con una carrera marcada por la pasión y la autenticidad, Hugo Gatti sigue siendo una figura entrañable del deporte argentino, a pesar del delicado momento de salud que atraviesa. (Con información de TN)