Crece la preocupación tanto en la Argentina como en Chile por una posible erupción del volcán Lanín que registró en las últimas horas movimientos sísmicos similares a los que obligaron a declarar el alerta amarilla.
Según se informó desde el Servicio Nacional de Geología y
Minería de Chile (Sernageomin) los sismos que se registraron en la
tarde de ayer fueron de menor intensidad que los ocurridos el
miércoles.
En tanto, se indicó que se registró un nuevo incremento de
sismos, con un evento máximo de magnitud igual a 2.6 Richter, pero
con menor número de eventos que los del 15 de febrero, que motivó
la declaración de alerta Amarilla.
"El volcán continúa en observación especial por parte del
Sernageomin, a través del Observatorio Volcanológico de los Andes
del Sur (OVDAS), para registrar cómo evoluciona su actividad
interna. El protocolo establece que se requieren al menos 15 días
de calma energética, para que se evalúe la posibilidad de cambio
de alerta técnica", destacó en un comunicado el organismo.
"En consecuencia, se mantiene activado al Sistema de Protección
Civil liderado por la Onemi y de manera simultánea se informa
diariamente al Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar), para
garantizar información técnica oportuna en relación con medidas de
resguardo de la seguridad de la población en ambos lados de la
frontera", agregó.
Desde Defensa Civil de la provincia informaron que en Junín de
los Andes se encuentran siguiendo la situación personal del
organismo Provincial junto a autoridades municipales.
Según publica LM Neuquén, este sábado se dará continuidad al
trabajo que comenzó en la víspera con los integrantes del COE.
Mientras tanto, las actividades de ascenso y de alta montaña
continúan suspendidas en forma preventiva por orden de las
autoridades de Parques Nacionales.
El volcán Lanín está ubicado a unos 60 kilómetros de la ciudad
de Junín de los Andes, en el límite entre Argentina y Chile.
Registra erupciones entre 1.600 y 2.100 años atrás y por eso es
considerado "activo", aunque los expertos indican que los
movimientos registrados últimamente no generan riesgos pero sí la
necesidad de seguir investigando los mismos.
NA