Por disposición de la Justicia, el cuerpo fue trasladado desde la morgue de Gualeguaychú hacia un nicho del cementerio de esa ciudad, y se ordenó además el cotejo de ADN que permitirá despejar toda sospecha o duda sobre su filiación.
El caso por <b>la muerte de la travesti de Gualeguaychú cuyo nombre artístico era "Pequeña P</b>", finalmente tuvo este martes dos decisiones trascendentales por parte de la Justicia. Se trata de Mario Alberto Atún, de 29 años, quien fue hallado muerto en el interior de su casa en Gualeguaychú, el 27 de febrero de 2009.
La primera es que <b>se ordenó que su cuerpo fuera trasladado de la Morgue Forense ubicada en el predio del Cementerio Norte, a un nicho</b>; instancia que fue realizada con todos los rigores de la ley. Y la segunda, es que el juez de Garantías y Transición N° 1, Tobías Podestá, dictaminó que se hiciera <b>un cotejo de ADN</b> (Ácido Desoxirribonucleico) entre Pequeña P; su madre, Gladys Asunción Sandoval, cuyo cuerpo fue exhumado por el médico forense Marcelo Benetti para extraer una muestra; más otra muestra de ADN conservada perteneciente a Alejandra Sandoval (hermana de Mario Atún), quien había fallecido el 4 de julio pasado, luego de quitarse la vida.
Se trata de un caso que generó conmoción nacional y si bien la Justicia -luego de una ardua como extensa actuación- determinó que la muerte de Pequeña P se produjo por <b>suicidio por ahorcamiento</b>; ayer se dieron estos dos pasos trascendentes para un cierre definitivo de la causa, <b>al ordenarse el estudio de filiación comparada y que el cuerpo descanse en un nicho del Cementerio.</b>
El cotejo de ADN demandará aproximadamente poco más de un mes y se realizarán en los laboratorios del Servicio de Genética Forense del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, especializado en la identificación biológica y en el establecimiento de vínculos biológicos de parentesco entre individuos, a través del estudio de perfiles genéticos y que es integrante de la Sociedad Argentina de Genética Forense.
Además de las muestras que se enviarán a Paraná -con cadena de custodia como es de rigor- quedaron en la jurisdicción muestras en espejo para cualquier contingencia que se requiera.
En las actividades de ayer participaron alrededor de una docena de funcionarios judiciales, entre los que se destacaron los médicos forenses Marcelo Benetti; Luis Leonardo Moyano, jefe del Departamento Médico Forense de la provincia, quien estuvo con gran parte de su equipo; el juez Tobías Podestá, con su secretaria y demás personal de su Juzgado; dos testigos civiles que trabajan en el Cementerio y la abogada de la familia Atún, Amelia Angerosa.
Una de las actuaciones últimas en este caso se registró el 19 de junio de 2014, cuando el juez Arturo Exequiel Dumón, dictó el <b>sobreseimiento de Antonio Miguel Horisberger</b>, quien había sido imputado de "homicidio simple" en el hecho investigado por la muerte de Mario Alberto Atún (Pequeña P).
Avanzado el trámite judicial, el caso había pasado al Juzgado de Instrucción N° 2, a cargo del entonces juez Dumón, quien en diciembre de 2010 le dictó la falta de mérito al remisero, quien no había quedado definitivamente desligado de la causa hasta ese 19 de junio de 2014, cuando fue sobreseído por la Justicia, que <b>concluyó que Pequeña P se había suicidado, ahorcándose.</b>
En el mismo acto, el juez Dumón había dispuesto la entrega del cuerpo del occiso, pero nunca los familiares aceptaron recibirlo y quedó -hasta ayer- en el depósito de la Morgue judicial; con una carga de sospecha sobre su filiación y que ahora será despejada por el Servicio de Genética Forense del Superior Tribunal de Justicia.
Por eso la medida adoptada ayer el juez Podestá tuvo esa <b>doble trascendencia</b>: la de <b>trasladar el cuerpo desde la Morgue hacia un nicho,</b> con el ataúd lacrado con todas las formalidades que ordena la ley; y <b>el cotejo de ADN que permitirá despejar toda sospecha o duda sobre su filiación</b>. <i>(El Argentino)</i>
