Es una de las encargadas del bar La Fídula, donde cientos de músicos independientes realizan sus presentaciones. Con esfuerzo y a pulmón, junto a un grupo de artistas logró recuperar y realzar un género que en España parecía olvidado.
El diario El País, el más importante de habla hispana, publicó este martes una <a href='http://cultura.elpais.com/cultura/2015/07/16/actualidad/1437045412_628550.html' target='_blank'>nota</a> sobre la importante movida cultural que generan los cantautores que se reúnen en el bar La Fídula, que lidera la paranaense Daniela Riso, de 33 años. Es periodista y trabajó como movilera en Canal Once hasta 2008, cuando emprendió su viaje a Madrid. Con esfuerzo y mucha dedicación, junto a un grupo de artistas logró recuperar y realzar un género que parecía olvidado en España.
La Fídula abrió sus puertas en 1978, en el barrio de Las Letras. La zona recibe ese nombre porque en los alrededores vivieron reconocidos escritores del siglo de oro de la literatura española. El bar fue el lugar de reunión de gran cantidad de jóvenes y luego se convirtió en el primer espacio de música en vivo. Allí hizo su hueco la movida cultural madrileña, pero al tiempo fue cerrado.
Tiempo después, en otro sitio mítico de la ciudad surgieron grandes cantautores que hoy son conocidos a nivel mundial, como Ismael Serrano y Joaquín Sabina. Pese a que Madrid es la cuna de la canción de autor, se comenzó a decir que era un género aburrido.
"La importancia de la palabra y el mensaje fueron dejados un poco de lado, siendo que es un país que tiene grandes escritores y hacedores de canciones. Nosotros estamos descubriendo que dentro de cada una hay diferentes estilos, como el pop, rock, flamenco y otros. No todo tiene que ser aburrido", contó Daniela a <b>Elonce TV</b>. Fue así que el sueño de darles un espacio a los artistas autogestionados comenzó a cumplirse.
Hablaron con el propietario del bar y dejó que hicieran uso del local sin pagarle un traspaso exagerado, a cambio de repararlo y pagando un alquiler. "Significó un esfuerzo grandísimo, porque la sala fue declarada en ruina. Los lugares con actuaciones en directo son muy complicados de tener porque el Ayuntamiento de Madrid no otorga las licencias. Afortunadamente, y a pulmón, logramos conseguirlo. Estamos muy contentos", expresó.
La Fídula está ubicada a 500 metros de la Plaza Mayor y a 200 metros del Museo del Prado, y es hoy el lugar donde aquellos artistas que las productoras han olvidado, las canciones independientes y la gente que tiene algo para decir a través de la música, pueden brillar. <i>Elonce.com</i>
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