“Estamos a una semana de volver al aula y esto nos complica muchísimo”, expresó el vicerrector de la Escuela Guadalupe, tras el robo de la bomba de agua. Dos herreros colaboraron desinteresadamente reparando los daños provocados.
La comunidad educativa de la Escuela Secundaria N° 28 Nuestra Señora de Guadalupe, ubicada en calle República del Líbano 2699, en la zona noroeste de Paraná, sufrió un nuevo hecho de inseguridad. Durante el fin de semana largo, delincuentes cortaron parte de la reja y robaron la bomba de agua, junto con parte de la cañería y la instalación eléctrica.
El vicerrector del establecimiento, Fabricio Alamada, informó que el hecho fue descubierto el lunes, cuando el equipo directivo llegó para cumplir con las guardias activas por el receso escolar. “Observamos que habían cortado parte de la reja y nos encontramos con el faltante de la bomba, algo de la cañería y parte eléctrica. Faltaron muchas cosas”, señaló.
Alamada explicó que la bomba sustraída era una solución provisoria que se había colocado hasta que finalicen los trabajos en las cisternas. “Estamos a una semana de volver al aula, y esto nos complica muchísimo”, advirtió con preocupación.
Días antes del robo, ya habían notado una anomalía en una de las puertas del establecimiento. “Habíamos visto un problema con la cerradura, la cambiamos y dimos aviso a la Policía”, explicó. Sin embargo, el episodio delictivo se concretó igualmente.
“Es muy triste, por lo material y por lo simbólico. Estamos en una escuela pública, y a veces no alcanza con lo que se nos entrega del Estado. Por eso siempre apelamos a la comunidad por la ayuda”, expresó el directivo.
Colaboración solidaria ante la adversidad
Tras el hecho, una madre de un alumno dio aviso a una herrería, cuyos propietarios, Ángel y Ricardo, se acercaron voluntariamente a reparar los daños en las puertas. Ambos destacaron su compromiso con la institución y su deseo de colaborar con el bienestar de los estudiantes.
“Es una escuela pública, hay muchos chicos que necesitan. Los chicos son el futuro y queremos que estudien en las mejores condiciones posibles”, expresó Ángel. A su vez, enfatizó: “Estos hechos de robo indignan mucho, porque las cosas de la escuela son de todos. Hay rejas por todos lados, pero se ve que no alcanza”.
Ricardo, por su parte, añadió: “Esperamos que todo quede bien y que puedan volver a dar clases con tranquilidad”.
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