

Vecinos y el municipio de Maciá iniciaron trabajos de reconstrucción de la vieja fonda “La Oriental” donde desde alrededor de 1987, cuando la localidad era apenas incipiente, se daba hospedaje a los viajeros.
La fonda era propiedad de la italiana Guillermina Bernasconi y de su marido, Irineo González. Era apenas un rancho con habitaciones con catres y camas equipadas con sábanas y espejos.
La cocina, según los vecinos que recuerdan o han estudiado, era un fogón en el suelo con una caldera sobre él que ofrecía agua caliente a toda hora.
La iniciativa busca revalorizar la historia de Maciá rescatando testimonios valiosos de sus primeros años.