Recolectores municipales sorprendieron a los más chicos con dulces y abrazos durante su recorrida habitual. A pesar del frío, regalaron sonrisas y emoción en los barrios.
En una muestra de compromiso y calidez humana, recolectores municipales de la Secretaría de Servicios Públicos de la Municipalidad de Paraná llevaron a cabo una emotiva iniciativa para celebrar anticipadamente el Día del Niño. Durante su jornada laboral, los trabajadores aprovecharon su recorrido habitual para entregar golosinas a los niños y niñas que los saludan todos los días desde las veredas de sus casas.
La acción solidaria se desarrolló a pesar de las bajas temperaturas y la llovizna que azotaban la ciudad. Eso no fue impedimento para que los recolectores se tomaran unos minutos para frenar el camión y regalar alegría a los más pequeños. “Más allá de las inclemencias del tiempo, quisimos aportar nuestro granito de arena para sacarles una sonrisa a los chicos que siempre nos esperan y nos saludan”, comentaron emocionados.
Entre los protagonistas de la jornada se encontraban Carlos Pautasso, chofer del camión, y los recolectores Germán Martínez y Jorge Retamozo, quienes recorrieron diferentes barrios con bolsas de caramelos y palabras de afecto para los niños.
Gesto solidario en medio del trabajo diario
La reacción en los barrios no se hizo esperar. Familias enteras salieron a agradecer el gesto, aplaudiendo desde las puertas de sus casas y compartiendo el momento en redes sociales.
No es la primera vez que los recolectores municipales protagonizan un gesto solidario de este tipo. En ocasiones anteriores, ya habían sido reconocidos por distintas iniciativas comunitarias que superan su labor cotidiana. Sin embargo, esta acción previa al Día del Niño tocó fibras sensibles.
Un ejemplo de humanidad y cercanía
En tiempos donde los gestos simples ganan valor, el ejemplo de estos recolectores municipales demuestra que la empatía y el compromiso social pueden estar presentes en cualquier ámbito, incluso en el más rutinario. El camión de residuos se convirtió, por un día, en una especie de carro mágico que desparramó sonrisas y caramelos por la ciudad. (Con información de Reporte 100.7)
