Son un emblema de la ciudad y el primer indicio de que se acerca la primavera. Sus acampanadas flores rosa adornan el Parque Urquiza, calle Alameda de la Federación y Avenida Ramírez, principalmente, supo <b>Elonce TV</b>.
Cuando los lapachos florecen, es indicio de que la primavera está llegando. Sus características flores acampanadas rosadas, dan vida a cualquier paisaje. Ya sea en las copas o formando colchones al caer al suelo, generan una vista espectacular. Son árboles originarios de la selva de Misiones, la yunga de Salta y Tucumán.
En Paraná, los lapachos rosados son un emblema y se los puede ver, principalmente, en el Parque Urquiza, calle Alameda de la Federación y Avenida Ramírez. Pero no son los únicos: hay uno amarillo en la zona de la Costanera y uno blanco en Avenida Ejército. Este último es un gran árbol que actualmente está florecido.
"Las probabilidades de obtener un lapacho blanco a través de la siembra de la semilla es muy baja, por lo que en el Vivero Municipal hacemos injertos de yema de un lapacho blanco sobre un pie de lapacho rosado, para tener el blanco. El de la Costanera se originó así", contó a <b>Elonce TV</b> Federico Solari, estudiante de Ingeniería Agronómica en la Facultad de Oro Verde.
En nuestra ciudad, es utilizado como ornamentación urbana, por sus flores. Además, es un árbol que posee gran follaje, por lo que en verano ofrece sombra. Su madera, en tanto, es una de las más valiosas, ya que es resistente. "Se usa mucho para el exterior, porque es fuerte a las condiciones climáticas y, también, es llamativa", dijo.
Los lapachos más precoces florecen a los cinco años, mientras que lo normal es que lo hagan a los siete u ocho, una vez al año. Se trata de un árbol de porte alto, que en la ciudad alcanza los 20 metros, aunque pueden encontrarse de mayor altura. <i>Elonce.com</i>