REDACCIÓN ELONCE
Un ciclón extratropical azotó el sur de Brasil con vientos de hasta 100 km/h. Se reportaron daños, evacuaciones y marejadas que llegaron hasta las calles de Ipanema en Río de Janeiro. Las imágenes.
Una potente combinación entre una masa de aire polar y un ciclón extratropical desató un fuerte temporal en el sur de Brasil, provocando serios daños y situaciones de riesgo en varios estados, especialmente en Rio Grande do Sul. Las ráfagas de viento superaron los 100 km/h en múltiples localidades, acompañadas de lluvias intensas, oleajes peligrosos y advertencias para la navegación en zonas costeras.
Impacto en Rio Grande do Sul
El litoral norte de Rio Grande do Sul fue uno de los sectores más golpeados. Los vientos alcanzaron velocidades cercanas a los 90 km/h, lo que obligó a las autoridades a emitir alertas por caída de árboles, interrupciones en el suministro eléctrico, voladuras de techos y peligros en rutas tanto terrestres como marítimas.
Extensión del fenómeno a otros estados
El fenómeno meteorológico no se limitó a un solo estado. También se registraron episodios de inestabilidad climática en Santa Catarina y Paraná, donde los vientos oscilaron entre los 71 y los 90 km/h. El pronóstico oficial anticipa lluvias intermitentes, cielo cubierto y un marcado descenso de temperatura en los próximos días.
Ipanema: el mar invadió las calles
En Río de Janeiro, la emblemática playa de Ipanema fue escenario de una situación inusual y peligrosa. Las marejadas superaron el límite de la arena y avanzaron hacia las calles costeras. El agua arrastró quioscos, estaciones de ejercicio al aire libre y sorprendió a peatones y motociclistas.
Testigos indicaron que "hubo una estampida" cuando las olas rompieron con fuerza sobre la costa, y que muchas personas fueron empujadas por la multitud en su intento de escapar del avance del mar. El agua llegó hasta los puestos de alquiler de palapas y dañó estructuras públicas.
Motos abandonadas y calles bloqueadas
Motociclistas que se encontraban estacionados en la avenida costera abandonaron sus vehículos y huyeron a pie para evitar quedar atrapados por la corriente. En cuestión de minutos, el agua tapó por completo el pavimento.
El sector, habitualmente concurrido por deportistas, turistas y vehículos, quedó bloqueado por la marea. Imágenes captadas por videoaficionados muestran escenas impactantes: personas corriendo sin rumbo, autos rodeados por arena mojada y una gran cantidad de agua sobre el asfalto.
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