Con tres Movistar Arena colmados en Madrid y una portada en Elle España, Emilia Mernes consolida su carrera global sin perder su esencia nogoyense.
La artista argentina Emilia Mernes vive un presente arrollador. Convertida en una de las voces más influyentes del pop latino, logró lo impensado: llenar tres veces el Movistar Arena de Madrid, convirtiéndose en la primera artista latina en alcanzar tal hazaña. Vestida por firmas de alta costura y fotografiada para la portada de Elle España, Mernes reafirma su identidad entre flashes, micrófonos y recuerdos de su Nogoyá natal.
“Soy una entre un millón”, declaró con convicción durante la entrevista con la revista europea, donde fue definida como “una combinación perfecta de energía, dulzura, sensualidad y buena vibra”. Lejos de las luces del escenario, la cantante recordó con ternura la panadería de su tío, El Boulevard, un lugar que considera parte esencial de su historia: “Todas las harinas de esa panadería pasaron por este cuerpo”, bromeó.
La cantante, de 28 años, destacó que nada de lo logrado fue producto del azar: “Me costó sacrificio, disciplina y exigencia todo lo que tengo. Por eso no me permito quejarme”. Con más de 98 nominaciones, una relación consolidada con Duki y una gira europea en marcha, Emilia Mernes es la encarnación del esfuerzo hecho realidad.
Desde Nogoyá al mundo: disciplina, familia y raíces firmes
Pese al glamour de su presente, Emilia no olvida de dónde viene. “Mi padre se levantaba a las 3 de la mañana para trabajar con frío o calor. Nunca faltó. Mi familia me enseñó la cultura del trabajo”, dijo. Esa misma ética la aplica a su vida artística. Diez sold outs en el Movistar Arena de Buenos Aires dan cuenta de su impacto en la escena musical.
Mernes también se dirigió a las nuevas generaciones, animándolas a no dejarse derribar por las críticas: “Hay mucha envidia, frustración, negatividad. No hay que tomarlo como algo personal”. Sostiene que el éxito demanda esfuerzo, renuncias y resistencia frente al juicio ajeno.
Sus inicios, como muchos en esta era, fueron en redes sociales. “La guitarra que me regaló mi abuelo fue el empujón. Subía covers y así me descubrió un productor. Ahí comenzó mi carrera”, recordó. Emilia Mernes se ha convertido, así, en un ícono surgido de la era digital que hoy impone estilo y voz en el escenario global.
Feminismo, crítica social y autenticidad sin concesiones
La cantante no esquiva temas delicados. En su charla con Elle, se refirió a la desigualdad de género en la música: “A las mujeres se nos exige todo: ser simpáticas, cantar, bailar, tener el cuerpo perfecto. Si subís o bajás de peso, te critican. Con los hombres no pasa eso”.
También alzó la voz contra el acoso mediático: “Cada mes dicen que estoy embarazada. No es solo conmigo, es con todas las mujeres. Es algo privado y hay que respetarlo”. Mernes y Duki mantienen su relación lejos del ruido. “Tenemos un vínculo tan fuerte que nada de eso nos toca”, afirmó.
Gracias a la terapia, la artista desarrolló herramientas para lidiar con la presión. “Si no la hubiera hecho, hoy no estaría tan en paz. Nos señalan por un escote, por un baile. Nunca es suficiente. Pero yo elijo mostrar mi cuerpo, porque es una elección, no una sexualización”.
Entre el escenario y la vida cotidiana, Emilia se define como “un todo”
Mernes se muestra como una mujer multifacética. “Está la Emilia popstar, que ama los shows, los maquillajes, las luces. Pero también la de Nogoyá, que va al súper con su mamá y mira series en pijama”, dijo. Esa dualidad es, para ella, su verdadera fortaleza.
Con cada paso, Emilia Mernes redefine el concepto de estrella pop: talentosa, auténtica, comprometida y cercana. En medio del éxito, no olvida ni de dónde viene ni lo que quiere construir. (Con información de NA)
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