REDACCIÓN ELONCE
El Paraná Rowing Club cumple 108 años de trayectoria, este 24 de abril, consolidándose como una de las instituciones deportivas más tradicionales de la capital entrerriana. Fundado en 1917 a orillas del río Paraná, el club ha sido cuna de generaciones de deportistas y escenario de innumerables historias ligadas al remo, la natación, la camaradería y el amor por el río.
A lo largo de más de un siglo, el "Rowing" -como lo conocen afectuosamente sus socios y la comunidad- ha crecido en infraestructura, disciplinas y propuestas recreativas, sin perder su espíritu fundacional: fomentar el deporte como herramienta de desarrollo personal y colectivo.
Los festejos no se limitan a una sola jornada: durante todo el mes, cada disciplina deportiva conmemoró el aniversario con actividades propias. Remo hizo una regata, natación una maratón de aguas abiertas, vóley un campeonato… cada deporte encontró su manera de festejar.
Hoy, el Paraná Rowing Club cuenta con más de 8.500 socios activos, consolidándose como uno de los espacios deportivos más importantes de la región. Se destaca el impacto positivo de las obras realizadas. Se renovó la playa y eso impulsó la llegada de nuevos socios.
El acto central se desarrollará durante todo el día jueves. En la sede se entregan caramelos, globos, compartiendo con los socios. También habrá actividad en las subsedes.
El club ofrece 11 disciplinas deportivas, además de otras actividades como yoga, telas, stretching, calistenia y SUP.
Una pasión que navega desde 1917
El 24 de abril de 1917, un grupo de jóvenes visionarios se reunió en la Biblioteca Popular de Paraná con un objetivo claro: fundar un club de remo. Así nació el Paraná Rowing Club, que este año celebra 108 años de historia, compromiso y logros.
Durante sus primeras dos décadas, el club funcionó en un galpón de zinc con piso de tierra, ubicado entre dos muelles en el Puerto Nuevo. A pesar de las limitaciones, desde ese modesto espacio comenzaron a construirse los primeros triunfos en natación, waterpolo y remo. El nombre de Rowing trascendió rápidamente las fronteras de Entre Ríos, alcanzando la capital nacional gracias a una hazaña: una regata ganada en El Tigre por cuatro jóvenes y un timonel a bordo de un “patacho”. Desde entonces, Rowing forma parte de la historia grande del remo argentino.
De la costa al corazón del parque
Con el crecimiento de la institución, fue necesario buscar un nuevo espacio que permitiera expandir su infraestructura y actividades. El terreno elegido inicialmente fue en el extremo oeste de la costanera, pero el entonces intendente propuso un predio alternativo, donde finalmente se asentó el club. En 1937, se realizó la “mudanza fluvial”: los socios trasladaron, río abajo, muebles y herramientas en botes de paseo. El antiguo galpón y los muelles quedaron atrás, envueltos en nostalgia.
Ese mismo año se levantaron las primeras construcciones en la nueva sede, ubicada en pleno Parque Urquiza, junto al río: secretaría, capitanía, vestuarios, el salón -hoy conocido como el Ateneo-, carpintería y el espacio para guardar los botes. Con el tiempo, se sumaron los natatorios, la cancha de básquet (que más tarde sería adaptada para patín), una cancha de pelota a mano y otros espacios que dieron forma al club tal como se conoce hoy.
El esplendor de lo social y lo cultural
A partir de los años 40, Rowing se convirtió en epicentro de la vida social paranaense. La actividad cultural floreció gracias al impulso de destacados intelectuales que eran socios del club. Las fiestas de Navidad, Año Nuevo, Reyes, los carnavales, los tradicionales Té danzantes y, más recientemente, las cenas en la balsa, marcaron una época. “Solo el Rowing ha sido capaz de llevar adelante semejantes acontecimientos sociales, con desbordante convocatoria”, rememoran quienes vivieron aquellos tiempos.
En la década del 60, el club experimentó un nuevo impulso: si bien se dejó de lado el proyecto edilicio original, se construyó un gimnasio cerrado que albergó nuevas disciplinas. Se creó el Departamento Deportivo, se reorganizó el Departamento Médico y se climatizó la pileta chica, que se convirtió en la primera de su tipo en Paraná. Más adelante, se sumaría el campo de deportes “La Tortuguita”.
De club de verano a institución de todo el año
Hacia mediados de los años 70, Rowing dejó de ser un club exclusivamente estival. Desde entonces, sus instalaciones y propuestas están disponibles durante todo el año, consolidando un modelo integral de club social, deportivo y cultural.
En sus dos etapas institucionales, Rowing formó atletas que alcanzaron lo más alto del deporte. Desde los antiguos muelles hasta hoy, el club ha tenido representantes en Juegos Olímpicos, mundiales, sudamericanos y múltiples campeonatos nacionales y provinciales en disciplinas como remo, natación, vóley, esgrima y pelota.
En estos 108 años, el Paraná Rowing Club ha forjado una identidad propia, basada en valores como la fidelidad, la amistad, el coraje, los ideales y la conducta.
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