La jueza Carolina Castagno escuchó el acuerdo de juicio abreviado por el homicidio de Marcelo Gutiérrez, ocurrido en Paraná. Jordan Ferreyra y Gabriel Pabón reconocieron su responsabilidad y aceptaron 15 años de prisión. La resolución será anunciada el 1 de octubre a las 11.
La jueza del Tribunal de Juicio y Apelaciones de Paraná, Carolina Castagno, presidió la audiencia donde se presentó el acuerdo de juicio abreviado por el homicidio de Marcelo Omar Gutiérrez, de 24 años. La magistrada adelantó que dará a conocer su resolución el miércoles 1 de octubre a las 11.
Los imputados, Jordan Raúl Ferreyra, de 21 años, y Gabriel Alexis Pabón, de 20, alias “Cucu”, reconocieron haber participado en el crimen y aceptaron cumplir una pena de 15 años de prisión por homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
Los acusados y el acuerdo
El acuerdo fue presentado por el fiscal Juan Pereira y las defensas, a cargo de Romina Cian (Ferreyra) y Juan Domingo Cabrera (Pabón), con el consentimiento de los familiares de la víctima.
Ferreyra, empleado municipal de Viale, con estudios secundarios incompletos, tenía antecedentes de consumo de cocaína y causas abiertas por violencia de género y comercialización de estupefacientes. Pabón, por su parte, realizaba changas, vivía de una pensión y también tenía estudios incompletos, pero no registraba antecedentes penales.
Pruebas reunidas
Durante la audiencia, el fiscal destacó que la investigación reunió pruebas suficientes para sostener la acusación. Entre ellas, se incluyeron testimonios de vecinos del barrio Mosconi, cámaras de seguridad que mostraron a los imputados en la zona dos horas antes del crimen y evidencia balística que vinculó los casquillos con el trayecto de fuga.
El dermotest realizado a las prendas de ambos acusados dio positivo, lo que reforzó la hipótesis de su participación directa en el ataque. Según la autopsia, Gutiérrez recibió ocho disparos a corta distancia en tórax, extremidades y cabeza.
Contexto del crimen
Aunque no se explicitó en la audiencia, los testimonios recogidos sugieren que el crimen fue la consecuencia de un conflicto previo. La pareja de la víctima relató que, al llegar a su casa, vieron a los imputados en moto y los saludaron. Minutos después, Gutiérrez fue llamado por su apodo, “Pelado”, y salió tranquilo creyendo que las diferencias estaban resueltas.
Otro testigo afirmó que, al ver a los agresores huir, escuchó que uno de ellos gritó: “Cagaron mierda, se terminó la bronca”.
Con el acuerdo de juicio abreviado, el caso se encamina a una resolución judicial que quedará confirmada con la sentencia prevista para el 1 de octubre.
