El cielo brindó un espectáculo único con un eclipse solar parcial profundo, cubriendo casi el 80% de la superficie solar.
El 21 de septiembre de 2025, los aficionados de la astronomía y el público en general pudieron disfrutar de un eclipse solar parcial que, por sus características, se convirtió en uno de los más impresionantes de la década. Durante este fenómeno, la Luna cubrió aproximadamente el 80% del disco solar, lo que generó una experiencia visual espectacular para los afortunados que pudieron verlo. Este eclipse, además, marcó el cierre de los eventos solares del año, ya que fue el último eclipse solar de 2025.
El eclipse tuvo lugar justo un día antes del equinoccio de septiembre, un evento astronómico que marca el comienzo del otoño en el hemisferio norte y de la primavera en el hemisferio sur. Aunque este fenómeno fue visible solo en algunas partes del hemisferio sur, su seguimiento en vivo a través de plataformas online permitió que miles de personas alrededor del mundo lo presenciaran.
Detalles del eclipse: horarios y duración
El eclipse comenzó a las 17:29:43 (TU) del 21 de septiembre, lo que en horarios locales se traduce en distintos momentos según la ubicación geográfica. En Argentina, Uruguay y Chile, el fenómeno dio inicio a las 14:29, mientras que en ciudades como Miami y Nueva York, comenzó a las 13:29. La fase máxima del eclipse ocurrió a las 19:41:59 (TU), lo que, por ejemplo, significó que en Argentina el máximo se produjo a las 16:41. El eclipse tuvo una duración total de aproximadamente cuatro horas y media, con su fase final a las 21:53:45 (TU), lo que en horas locales fue a las 18:53 en los países del sur de América y a las 23:53 en España.
Un eclipse visible en el hemisferio sur y en línea
El eclipse solar del 21 de septiembre se pudo observar en diversas partes del hemisferio sur, con la mayor cobertura ocurriendo en la Antártida, el Atlántico sur, el Pacífico y las costas de Australia. En Nueva Zelanda, el eclipse fue visible durante el amanecer del 22 de septiembre, con un porcentaje de cobertura solar que varió entre el 60% y el 73%. En Australia, los lugares más privilegiados para observar el fenómeno fueron las islas Macquarie, donde el 80% del Sol fue cubierto en su punto máximo. Sin embargo, algunas áreas como Sidney y Melbourne quedaron fuera de la trayectoria principal del eclipse, experimentando solo eclipses parciales muy leves.
Aunque el evento fue principalmente visible en el hemisferio sur, aquellos que no estaban en la zona de visibilidad pudieron seguirlo en línea gracias a los avances tecnológicos que permitieron una cobertura minuto a minuto. Este tipo de fenómenos astronómicos, tan fascinantes, siguen despertando la curiosidad y el asombro de las personas, quienes continúan con la esperanza de presenciar un eclipse total en su área en futuras ediciones.