La actriz no perdió oportunidad para tirarle un palito a su ex, Luciano Castro: “Ellos son infieles y es casi anecdótico, lo entendemos porque está en su naturaleza, hasta lo tocamos de manera divertida, aún cuando hay hijos de por medio”.
La reciente confesión de Gimena Accardi sobre una infidelidad en su relación pasada con Nicolás Vázquez generó un fuerte revuelo en el mundo del espectáculo. La actriz decidió sincerarse públicamente y reconocer lo que definió como un “desliz”, abriendo el debate sobre la manera en que la sociedad juzga las decisiones y errores de las figuras públicas, en especial de las mujeres.
En medio de las repercusiones, Sabrina Rojas decidió pronunciarse a través de sus redes sociales y respaldar a su colega con un extenso descargo. “Se juzga como un gran pecado”, escribió la actriz, cuestionando los prejuicios que todavía recaen con más fuerza sobre las mujeres en temas vinculados a la fidelidad.
“Estamos viendo un gran ejemplo para reflexionar lo injusto que somos siempre con las mujeres”, agregó Rojas en una de sus historias de Instagram, dejando en claro su postura frente a las críticas que recibió Accardi tras su confesión.
El contrapunto con los hombres y la doble vara
Fiel a su estilo directo, Sabrina Rojas no perdió la oportunidad de hacer una comparación que apuntó a su ex pareja, Luciano Castro, y a la manera en que la sociedad juzga a los hombres en situaciones similares. “Ellos son infieles y es casi anecdótico, lo entendemos porque está en su naturaleza, hasta lo tocamos de manera divertida, aún cuando hay hijos de por medio”, expresó, remarcando la desigualdad en el trato mediático y social.
La actriz señaló que, mientras las infidelidades masculinas suelen relativizarse o incluso convertirse en anécdotas banales, en el caso de las mujeres el juicio suele ser mucho más severo. Con esto, abrió un debate sobre los patrones culturales que todavía persisten en el imaginario colectivo.
El descargo de Rojas encendió la discusión en redes sociales, donde muchos usuarios coincidieron con sus palabras, al considerar que persiste una clara doble vara a la hora de analizar la vida privada de los famosos.
Una presión social desigual
La reflexión de Rojas culminó con una dura crítica hacia las presiones sociales que enfrentan las mujeres cuando reconocen errores sentimentales. “Ahora, cuando la mujer es infiel, todo se pone serio, se juzga como un gran pecado, a tal nivel que se ve obligada a tener que dar explicaciones y reconocer públicamente su ‘pecado’ (algo que jamás hará un hombre) porque nadie lo presiona por su accionar”, concluyó, poniendo en palabras lo que considera una injusticia cultural.
El mensaje, más allá de estar dirigido a respaldar a Gimena Accardi, terminó por convertirse en una declaración con perspectiva de género, cuestionando los estereotipos que aún pesan sobre las mujeres en el ámbito de la pareja.
De esta manera, la actriz no solo se solidarizó con su colega, sino que también utilizó el caso como un disparador para reflexionar sobre las desigualdades en torno al trato que reciben hombres y mujeres frente a situaciones similares.
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