Al pie del reloj, esta vez se lloró y las palmas de las manos de cada uno, se golpeaban con bronca, dolor y desazón.
Enfermero fallecido: Hubo llantos y sonaron las sirenas en el reloj de la ciudad
Al pie del reloj, esta vez se lloró y las palmas de las manos de cada uno, se golpeaban con bronca, dolor y desazón.
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