Las bajas temperaturas encendieron el calor de la solidaridad. Así se ve reflejado desde hace algunas semanas en varios lugares del país y, especialmente, en la ciudad de Paraná. Algunos incluso, fueron un poco más allá de la donación.
Con la llegada de las temperaturas más bajas fueron muchas y cada vez más, las personas que se pusieron a pensar en los vecinos sin techo.
La tarea que cada año llevan adelante organizaciones como Suma de Voluntades, entre otras, este año repercutió con fuerza en varias instituciones, vecinos y comerciantes.
Los clubes de la ciudad de Paraná también son una parte central de esta movida. Muchos de ellos abrieron sus puertas para recibir a todos estos ciudadanos y destinaron parte de sus instalaciones a cobijarlos, brindarles ropa de abrigo y un plato de comida caliente.
<b>El Club Echagüe, por ejemplo, ofreció las comodidades de su albergue deportivo que cuenta con 20 camas, baños y duchas.
Y el Club Paraná, por su parte, recibió el fin de semana un total de 14 personas buscando refugiarse del frío.</b>
Los vecinos también se han hecho eco de esta gran iniciativa de clubes y ONG's.
Son cientos los que hacen llegar sus donaciones a estas instituciones. Con ellas, estos lugares pueden brindar la cena y el desayuno caliente de cada día.
Algunos paranaenses incluso, fueron un poco más allá de la donación.
Un comercio de la calle Salta y Rosario del Tala, en el centro de la ciudad, decidió convertirse en receptor de las donaciones, para entregarlas a todos quienes entren y las soliciten. Con un cartel en la puerta que reza "si necesitas abrigo entrá y pedí" se convirtió en un ejemplo para muchos otros comerciantes que también tomaron la posta.
El fenómeno crece y no para. Y no es para menos: la ONG Suma de Voluntades hizo un relevamiento a través del cual informó que son algo más de 100 los vecinos sin techo, viviendo en situación de calle, sólo en el centro de la ciudad de Paraná.
En su mayoría hombres, pero sin excepción de mujeres y niños, todas estas personas atraviesan por estos meses los momentos más duros de esta cruda realidad. Y allí la solidaridad salió a decir presente.
¿Cuáles son las donaciones que más se necesitan teniendo en cuenta que aún faltan llegar las semanas de mayor frío?
¿De qué manera asisten y dicen presente los organismos del estado en esta potente movida surgida de los ciudadanos?
<h5>De los sin techo y otras problemáticas</h5>
Cuando se habla de personas en "situación de calle", hablamos de vecinos sin un techo. De ciudadanos que, por una u otra razón, se ven pasando sus días y noches a la intemperie, en pleno centro de la ciudad o alejados del de él.
Muchas son las ciudades del país que cuentan con refugios municipales para estos vecinos. Y Paraná no es la excepción.
En esta ciudad capital, <b>el "dormidero municipal" funciona en el salón de usos múltiples del barrio Anacleto Medina. Cuenta con 20 camas y abre sus puertas de 18 hs a 8 de la mañana.</b>
Esta triste realidad, que ocurre desde hace mucho tiempo en nuestro País y crece sin parar, tiene múltiples factores, según los especialistas.
Incluso, es habitual escuchar que algunos de los vecinos en situación de calle prefieren no acudir a estos centros o refugios para pasar sus noches. Pero... ¿cuáles son los motivos para esta decisión?
<b>Las realidades que muchas veces llevan a estas personas a pasar sus días en la vía pública, no siempre tienen que ver exclusivamente con lo económico.
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Profesionales y especialistas afirman que, muchas veces, esta situación conlleva problemas como el alcoholismo, la droga y otros padecimientos.
Entonces... ¿cómo se aborda de forma integral este drama de personas durmiendo en la calle?
<b>La solidaridad de los argentinos es ya un sello, sobre todo en épocas cuando el frío se hace sentir. Los ciudadanos, las fundaciones, instituciones y ONGs vuelcan sus tareas de lleno a asistir a estos hombres, mujeres y niños.
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Pero... <b>¿cómo ayudar a alguien que decide no cobijarse bajo el techo de uno de estos refugios, cuando el frío pone en riesgo su vida?
¿Qué políticas existen desde el estado para la asistencia de estos ciudadanos que se encuentran atravesando el drama de la calle al mismo tiempo que otras enfermedades?</b>
<h5>"Las intervenciones y los seguimientos son sumamente importantes. Pedimos que los refugios tengan profesionales que los acompañen"</h5>
<u>Anabella Albornoz de Suma de Voluntades</u> que, como tantas otras Ongs trabaja desde hace tiempo por los más desprotegidos. "Dentro de los boulevares, <b>el relevamiento último arroja 102 personas en situación de calle. Lo dividimos en hombres y mujeres, respecto de mujeres, es menor la cantidad, peor no deja de ser un dato alarmante, porque son 12 mujeres viviendo en situación de calle. No hay niños dentro de ese relevamiento</b>", comenzó afirmando.
"Hay mucha gente que viene a comer con nosotros a la plaza, que está en situación de calle y otros que no tienen el sustento diario para darle de comer a la familia; estas son las personas que notamos que tienen mucha angustia, se acercan con una tristeza enorme a buscar un plato de comida. Obviamente, hay muchas personas que tenían un trabajo informal, no pudieron pagar la pensión, no tenían cómo afrontar su situación y han terminado en situación de calle", relató Albornoz.
Para la joven de Suma de Voluntades "este tipo de situaciones, le puede pasar a cualquiera. Nos emociona la solidaridad de la gente, en algunos casos, hasta las lágrimas. <b>Está aquél que más o menos puede pilotearla durante el mes y se acerca a la ONG a ayudar a otros. Nos han hecho el planteo de que pobres siempre hubo, que personas en situación de calle, siempre hubo; eso es cierto, pero hay que visibilizar esa parte de esta problemática, porque esto es también buscar soluciones.</b> Si invisibilizamos las situaciones, ahondamos en las desigualdades".
Del mismo modo, afirmó: "Se trata de reconstruir vínculos, reconstruir esa sociedad organizada que desde hace muchos tiempo nos debemos. En este proceso solidario intervienen no sólo la sociedad civil, sino también los clubes, la Iglesia, las ONGs, es re importante".
<b>"Lo más importante es el recurso humano, suma un montón.</b> Si bien nosotros perseguimos fines humanitarios, con respecto a la Iglesia queremos decir que somos fieles defensores de aquél que llamamos curas villeros. A veces uno piensa a la Iglesia como la opulencia, pero se olvida que hay sacerdotes, como el Padre Esteban, que da todo por su gente. Y cuando uno recorre las calles y conoce a su gente con sus historias de vida, podemos ver que muchos gurises van al dispositivo de este sacerdote y cuando hablan del padre Esteban se les llenan los ojos de lágrimas. Eso no es un dato menor", resaltó.
Respecto de la gente que se acerca a Suma de Voluntades a ayudar, según destaco Albornoz, "muchas veces también están atravesadas por el dolor, porque perdió un familiar, o porque ha tenido un hijo que atravesó por la droga. Hay puntos de encuentro entre todos, que hemos pasado por situaciones complicadas en la vida".
<b>"Conocemos casos de gente que ha logrado salir de la situación de calle. Uno de los reclamos que hacemos es que nos e abran refugios como depósito de personas, sino que abran refugios con un cuerpo de profesionales que los puedan ayudar y darles un acompañamiento.</b> Se complica mucho, por ejemplo con chicos con problemas de adicciones que luego tienen que volver a la calle. El tema de las intervenciones y los seguimientos son sumamente importantes", puso énfasis.
<b>Para acercar donaciones pueden ir a calle Libertad 272. "La prioridad hoy son los artículos de higiene o toallones</b>", resaltó.
<h5>"No solo es darles un lugar cómodo, limpio, calentito. Sino también brindarles contención, compartir un mate, charlar"</h5>
<u>Fernán Del Castillo es del Club Paraná</u>. Esta es una de las instituciones que abrió sus puertas para albergar a los vecinos sin techo. "Hicimos el albergue donde tenemos la pensión para los jugadores que son del interior. <b>Tenemos una capacidad para 10 hombres y diez mujeres en situación de calle. El domingo que bajó mucho la temperatura, registramos un récord.</b> Contemplamos la situación y tuvimos a 14 hombres y dos mujeres", manifestó.
"Arrancamos con el horario de ingreso de las 19,30 h;, hasta las 7,30. Comprende un recibimiento con lo donado por la gente, podíamos ofrecerle un abrigo, ropa limpia, la posibilidad de una ducha, una cena y al otro día, un desayuno", destacó Del Castillo.
Ante una consulta dijo que para recibir a la gente "no nos abocamos a ver de dónde viene, su procedencia u origen en lo personal, sino más bien a entender la necesidad que había y recibirlos, darles un lugar cómodo, limpio, calentito. Pero <b>además planteamos el desafío de darles contención, compartir un mate, charlar. Por suerte tenemos una mesa grande, que permite que todos los alojados compartamos una mesa grande para compartir entre todos. Hay experiencias muy fuertes que lo hacen a uno `caer` en la realidad</b>".
<b>"Hoy tuve contacto con un hombre que era remisero, me decía que vivía al límite, que tenía sí la posibilidad de trabajar todo el día en el auto, pero hoy se encuentras desempleado. Fue al club este martes", relató Del Castillo.
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<h5>"Lo mínimo que podemos hacer es crear lazos de contención, sociales, de asistencia"</h5>
<u>Aldo Gabás, vecino voluntario</u>, en representación de los que se organizan para brindar un plato de comida caliente a quienes lo necesitan. "Hay asentamientos en la zona más baja de Santa Lucía, sobre el arroyo Antoñico. En la zona de las vías hay gente con muchísimas necesidades. Hemos logrado llegar, darles una voz. Un grupo de vecinos que nos organizamos en zona de la carnicería que está en calles Miguel David y División de los Andes, lugar al que llega mucha gente a pedir para comer, para asistirlos con una `olla comunitaria`".
Entendió que la situación "se viene agravando, si a cualquiera de nosotros nos cuesta comprar para comer, una mínima compra son 700 u 800 pesos, <b>hay que pensar en lo que les ocurre a las personas más desfavorecidas, a los que se les hace más difícil para `parar la olla`. En la sociedad se van creando estas `alarmas`, y lo mínimo que podemos hacer es crear lazos de contención, sociales, de asistencia</b>".
"No solo es brindar un plato de comida, un abierto, sino compartir, charlar, consultar `qué te pasa`, escuchar, prestar el oído", destacó.
Al mismo tiempo aseveró que "el gran ausente es el Estado, evidentemente. Hay mucha gente que se pregunta dónde está el Estado en esta historia".
"Yo no he observado en la zona sur, a eso de crear contención de parte del Estado. Se ve la realidad de vecinos, compañeros, que hacen un merendero, que aparecen comedores, ollas comunitarias, pero <b>no se ve la iniciativa de abrir contenciones grandes, refugios desde el Estado</b>", dejó en claro.
<h5>"Cuando se ve replicadas las historias en distintos lugares, con distintos matices pero con la misma raíz entristecida de un país al que le faltan cosas, conmueve"</h5>
<u>Claudia Luero, periodista de Canal Once</u>. El Once por Todos, cada año organiza los "roperos solidarios", en el marco de la jornada de solidaridad. "El tema de la ropa es un tema en debate. <b>Once por Todos es en diciembre, donde la gente clasifica, etiqueta. Hemos dejado algo de esa enseñanza que hemos aprendido, porque a eso lo aprendimos el primer año, cuando una mujer se presentó espontáneamente y nos indicó `hay que etiquetar`; ella había estado por muchos años en Cáritas. Hay que hacerlo así, para que luego sea más fácil a la hora de distribuir.</b> El tema de la ropa es una cuestión de ver a largo plazo, de saber que el invierno siempre va a llegar, que hay que tener políticas estructurales que digan `se necesita algo más que una cobija".
"Se habla mucho de los roperos solidarios. Siempre hay que encontrar pares, como Suma de Voluntades, el Club Paraná que ya nos conocen, de ir, mirar el destino de las donaciones. Esto no es marketing, esto requiere de 364 días restantes, donde estamos mirando cual es el mejor depositario para ser un ropero solidario, hay que mirar a largo plazo. Nosotros lo hacemos en diciembre, con las voluntarias trabajando en conjunto con la comunidad, en gestos de grandeza, que hay que saber mirar", puso relevancia la periodista.
Al mismo tiempo, Luero contó: "Leí una frase de Juan Carr que dijo `Eyyyy, paren un poco, que estamos hablando de pares. Forman parte de nuestra sociedad, hay gente que no tiene dónde dormir`. Eso me pegó fuerte. Tengo años de escuchar, a través de la posibilidad que me dio Canal Once, las historias particulares con nombre y apellido. Hemos llorado, nos hemos emocionado. Cuando uno lo ve replicado en La Paz, Santa Elena, en Villaguay, con distintos matices, pero la misma raíz entristecida del tejido social de un país al que le faltan cosas, te conmueven".
Luero se refirió a la "ausencia de políticas proactivas, las políticas a largo plazo. Todos sabemos cuántos son, pueden ser diez más, diez menos. Sabemos también que en esta Argentina hay políticas mentirosas. No hay mejor diagnóstico que la realidad. Y tener una política proactiva, sean tres o cuatro, o 250, esa gente está afuera de la estructura social. No hay un programa político social que los abarque, no hay un techo digno. La política se les ha acercado desde el lugar de la politiquería, de decir `hoy metete ahí y hay uno menos en la calle`, pero no se piensa que esa persona necesita un trabajo, una contención, una inserción, porque el año que viene va a avenir otro invierno".
<b>"Ser proactivo y ver la política a largo plazo, la no mentirosa, es aprender de la realidad", opinó.
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"<b>Cambia algo para que algo cambie. No es un juego de palabras, es lo que quedó de conclusión acá, en el programa. Hagamos un relevamiento, llamemos a todos los actores sociales para ver a quiénes tienen censados cada uno, para que esas personas hoy damnificadas, el año que viene ya no lo estén</b>", consideró.
<h5>"La zona este de Paraná es la zona más castigada de la ciudad"</h5>
<u>Verónica Arquiel es vecina de Gaucho Rivero</u>. "Estamos reorganizando nuestra fundación.<b> Siempre hemos trabajado en barrios más complicados de la ciudad, en cuanto a vulnerabilidad, como Gaucho Rivero, San Jorge, Santa Rita. Realizamos una jornada solidaria hoy en Gazzano y respondieron bien.</b> Estamos organizándonos con un ropero; cuesta, es difícil, ya que hay que ver a quién dárselo, a quién llega", aportó.
"Antes de 2015 no teníamos los índices de ahora. De cada 10 niños, seis están en la pobreza", puso énfasis.
Recordó que en Anacleto Medina hay un lugar para dormir. "Mucha gente no se acerca porque la mayoría de las personas en situación de calle está en el casco céntrico. Los refugios en los barrios no funcionan tanto. Pasan si les dan alguna comida. Sí se acercan, comen, pero no se quedan a dormir en el lugar".
<b>"La zona este de Paraná es la zona más castigada de la ciudad", indicó.
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<b>Las donaciones pueden acercarse a la sede de la Fundación, Millán 435.
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<h5>"El frío de la noche es la punta del iceberg más dolorosa" </h5>
<u>El sacerdote Esteban Madrid Páez</u> afirmó: "Tuve el regalo de llegar a una parroquia, La Piedad, donde hay un grupo organizado, Un Cielo Nuevo se llama, y trabaja con Suma de Voluntades. Nos toca el recorrido los martes. Cuando los acompaño descubro que el frío de la noche es la punta del iceberg más dolorosa. Yo me he quedado a charlar y comprendo que el encuentro con esa persona vale, uno deja de ser el mismo después de ese encuentro. <b>Él que antes sólo te pedía, ahora te saludaba con un abrazo, lo podías conocer por el nombre. Podíamos ver que el consumo estaba detrás de muchas de estas problemáticas. Buscando arribar a una solución, nos comunicamos con unos sacerdotes, los curas villeros de Buenos Aires. La propuesta el Hogar de Cristo era armar una casa para poder seguir ese camino</b>".
"<b>Acá en Paraná, en la capilla de Lourdes hace un año y medio abrimos el Hogar de Cristo y nuestra vida cambió, la vida se nos dio vuelta. Está ubicada en 25 de Junio y Sarmiento.</b> Ahí pudimos empezar a compartir la vida: la gente llega, compartimos un mate, charlar. Una vez un joven me dijo `si alguien me escucha, yo iría, si abren un lugar así`, y así fue. Los chicos cocinan, compartimos la mesa; es muy fuerte".
<b>Para el sacerdote "el problema es de todos, no voy a entrar en lo político, pero creo que el Estado tendría que poner sus recursos, las herramientas que tiene, los mismo vecinos, las instituciones, la Iglesia. El Papa Francisco nos pide ponernos la camiseta y pensar qué nos toca hacer a cada uno".
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"Creo que el tema es complicado porque no hay una seriedad para pensar la problemática.<b> Es cierto que hay barrios en situación difícil, pero es cierto que la gente en situación de calle está en el centro. Es necesario pensar en un dispositivo que los pueda acompañar, que les pueda ofrecer un espacio de contención, de escucha. </b>Yo creo que a nosotros como sociedad nos toca pensarlo y aportar al Estado, pero le toca al Estado generar una propuesta seria", aseveró.
"No pongo fechas, porque lo venimos pensando. Pero tenemos la sede de Caritas en calle Rosario del Tala, para abrir ese espacio para mujeres", expresó. E interrogó, "¿tendremos al Estado, a la gente de Salud, diciéndonos `te ayudamos`?, porque seguramente en ese encuentro, en ese diálogo con esas mujeres en situación de calle, van a salir las problemáticas de salud que tienen".
Resaltó que si bien las mujeres son menos las que están en la calle que los hombres, pero pueden sufrirlo más.<b> La inseguridad de dormir a la noche en la calle, de tener miedo de que les roben, que los golpeen para robarles, ellas te cuentan que lo sufren de una manera muy especia</b>l".
"<b>La solidaridad de la gente es imponente. Nosotros no teníamos nada cuando arrancamos, dijimos en la misa, y empezaron a aportar. En el hogar comemos lunes, miércoles, viernes y sábados, 60 personas. Nos donan el pan, la comida. </b>Yo he habado del Estado, ha ido ayudando, es cierto, pero creo que se puede hacer un encuentro, sentarnos a ver qué se necesita. Ojalá que crezcamos en esto, para aportar mejores soluciones", aseverò el sacerdote.
<h5>"Estaría bueno que el compromiso de las iglesias se potencie. Hay mucha gente durmiendo afuera de las iglesias"</h5>
<u>Mariela Pena, vecina de Parque Gazano</u>. Este martes por la tarde estuvieron en el parque de Avenida Zanni, recibiendo frazadas y ropa de abrigo. "Hicimos un relevamiento y nos da 129 personas en situación de calle, entre hombres y mujeres en situación de calle", manifestó. Dijo que no han visto niños en esta situación y adujo que "de miedo de perder el vínculo familiar, tratan de alojarse en un asentamiento, aunque en condiciones infrahumanas, no reciben ningún tipo de ayuda. Esto se ve mucho".
"S<b>ería lindo que todas las iglesias copiaran lo que hace el grupo del padre Esteban. Cuando salimos a hacer el relevamiento de la semana pasada encontramos que había mucha gente durmiendo afuera de las iglesias. Por ejemplo, en la zona de Gazzano tenés a cinco personas durmiendo afuera de la iglesia.</b> Estaría bueno el compromiso de poder ayudar a la gente, sabemos de la inseguridad, del miedo de la noche. Estaría bueno que el compromiso de las iglesias se potencie".
<b>Recordó que por colaboraciones "se pueden comunicar al teléfono 154510521, o a calle Goberandor Quiróz y Miguel David.
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<h5>La opinión de los panelistas</h5>
<b>El conductor del programa, Lalo Foncea</b> apuntó: " Es fuerte que alguien diga `si hay alguien que me escucha, yo voy`. Esto va más allá de un plato de comida, de un abrigo, o de un lugar para dormir. Es increíble lo que se logra. Se trata de vecinos nuestros que están en una situación particular".
<b>La periodista Ana Tepsich </b>aportó: "Hay gente que no tiene muchos recursos, conozco historias de personas que han puesto mucho de sí, que han puesto merenderos pese a estar en situaciones económicas no tan buenas. Veo cómo la gente que menos tiene, es la que más ayuda".
La periodista Luz Alcain expresó: "A cualquiera de nosotros nos puede pasar estar en la calle o estar siendo convocados por la solidaridad. Por eso es importante hacernos la pregunta: ¿Qué busca la gente que se acerca Suma de Voluntades o cualquier otra organización?; ¿Desde qué lugar se sienten interpelados?".
<b>El periodista Javier Aragón</b>, indicó que "Hay gente de la zona del Parque Urquiza de Paraná, todavía están llamando al 911, para indicar que gente en situación de calle, algunos con adicciones al alcoholismo o a la droga, molestan. No quieren ver la pobreza frente a sus edificios. No es la tarea de la policía, ellos tienen la orden precisa del Ministerio de Gobierno de que a la persona, cuando le van a consultar si está bien, no la tienen que llevar por ser pobre. Eso es criminalizar prácticamente la pobreza. Hay sectores conservadores de Paraná que gritan para afuera, que los apena esta situación, pero en definitiva, con sus actos, terminan queriendo esconder la pobreza".
<b>El periodista Sebastián Martínez</b>, manifestó que "hubo una polémica en la ciudad de Buenos Aires, donde los funcionarios decían `los albergues existen y las personas no quieren ir`. A veces se da juntamente porque sólo tenés infraestructura y un sistema burocrático de ingreso y egreso, pero sin una escucha, una fundación, una institución, una iglesia que se dediquen a tratarlos como personas, quiénes están en situación de calle no van o van una vez, y no vuelven. No es un tema menor la calidez humana".
<b>El panelista Mariano Kohan</b>, señaló que "lo del `Ey, Ey (?)`, de Juan Carr es porque le faltaron el respeto a la trayectoria que tiene, con niveles de odio muy fuleros, porque puso en evidencia que cuando se llamaba a la solidaridad, cuando el club más grande de Argentina abrió sus puertas para la gente en situación de calle en plena ola polar, hubo cientos de personas que fueron a pedir refugio. Y Empezaron a atacarlo. Rompió un discurso que bajaba del gobierno que porque estaba tranquilo el dólar, las dificultades económicas se estaban atemperando. Carr llama a la reflexión de que estamos hablando de seres humanos".
