Una verdadera obra de arte futbolera. Un tiro libre perfecto. Lionel Messi hizo lo que pocos (o nadie) pueden hacer. Una verdadera cosa de locos. Fue el segundo gol de la Argentina ante Estados Unidos en la semifinal de la Copa América.
Iban 31 minutos del primer tiempo cuando Lionel Messi se escapó de su marca y fue derribado a unos cinco metros del área. El rosarino tomó la pelota y casi sin tomar carrera esperó la orden del árbitro para llevar a cabo la obra del arte.
Con un zurdazo perfecto, La Pulga anotó el 2 a 0 de la goleada ante Estados Unidos y se convirtió así en el máximo goleador histórico de la Selección Argentina, superando a Gabriel Batistuta.
Lionel Messi quedó con la historia con su tanto número 55 con la camiseta nacional y ahora irá en busca del primer título con el equipo.