El diez argentino le metió un terrible caño a Carlos Lampe, pero la jugada estaba invalidad por el árbitro por un offside de La Pulga, que no convirtió y no pudo alcanzar la marca histórica de Gabriel Batistuta.
¿Que ya estaba anulado? A quién le importa. Esta genialidad de Messi le arrancó una sonrisa a todos los amantes del buen fútbol.
La Pulga recibió en posición fuera de juego, pero siguió la jugada y, cuando lo achicó el arquero Carlos Lampe, le pintó la cara: le metió un caño para el recuerdo.
Leo aportó la cuota de magia en la victoria de la Selección argentina sobre Bolivia, por la Copa América Centenario.