Canosa: “Me animé a mostrar mi cuerpo porque estoy segura de mí”

Volvió Viviana Canosa, aunque no tanto. Es que desde su comienzo con Zapping la ex conductora de Más Viviana no parece la misma. El cambio, por ahora, la benefició mucho más de lo que le está jugando en contra. Es que esta nueva versión de Canosa es mucho más espiritual, con la comprensión y la ternura de una madre, con la sensualidad de una mujer enamorada y la presencia de alguien que lleva una trayectoria de años en un medio machista y caníbal que nunca pudo devorársela. Canosa sobrevivió en esa jungla y el año y medio sabático que se tomó fuera de la pantalla, le sirvió para formar una coraza que hoy es clave para resistir a las críticas y los cuestionamientos. Sobre todo luego de su primer programa cuando tuvo un mensaje conciliador con Jorge Rial, su enemigo histórico en América, lo que le generó varios comentarios en contra. "La verdad es que no me interesa lo que se diga. Y ojo, no por una pose impuesta o mentirosa, sino porque es realmente lo que me pasa. Antes por ahí me enojaba, hoy ya no. Ladran, Sancho, señal que cabalgamos", dice.

- ¿Cómo te sentís después de la primera semana al aire?

-Recién estoy empezando a disfrutar. El miércoles me levanté con otra actitud física. Es que fueron días muy intensos. Después del parate cuesta regresar, muchas notas, atención a la prensa, hasta afónica me quedé. La verdad es que en este año y medio me dediqué mucho a mi familia y a mi hija y es un volver al trabajo y siento que todo cuesta. Pero estoy muy feliz y convencida que de a poco le vamos a ir encontrando la vuelta al formato, creo que en un par de semanas lo vamos a encontrar. Yo estoy feliz porque el canal me cuida, la productora me cuida, realmente me tratan como una reina, me dan todo lo que pido y es una etapa muy plena de mi vida. Estamos en la parte de acomodarnos y le vamos a encontrar la vuelta y estoy muy entusiasmada. Vamos a crecer, no tengo dudas. El programa va a crecer en número...

- ¿Eso lo decís por la famosa cláusula que te puso América para hacer un número de rating estipulado?

-Por favor, no existe eso, nunca existió. Además el Pelado (NdeR: Guillermo López conducía Lo Sabe, No Lo Sabe y fue reemplazado por Canosa) estuvo dos años haciendo dos puntos de rating y lo bancaron. La verdad es que yo me reuní con Daniel Vila (el dueño del canal), con Liliana Parodi (la jefa de Programación) y fueron ellos los que me dijeron: "Queremos que te relajes, que disfrutes". Por eso trabajo muy tranquila y sé que tenemos que encontrar el tiempo y el punto exacto del programa. Ahora de a poco se van a ir incorporando figuras que están en los informes y juntos vamos a debatirlos. Pero ni siquiera yo sé quiénes van a venir, porque la idea es pasarla bien y no pelearse en el aire.

- ¿Pero tenés en claro que tu etapa en un programa de chimentos te va a pasar factura y algunos te van a querer pelear? Además el programa genera roces...

-Sí, pero son todos informes con humor. Veremos qué pasa llegado el momento, veré qué pasa el día que alguno salga a pegarme por algo que salió en el programa. Lo que tiene que quedar en claro que mi intención en el piso es reírme y no molestar. Si alguien quiere generar algún problema no va a tener lugar, no es la idea del programa. Antes me peleaba, confrontaba y me di cuenta que en la tele todo es un gran cartón pintado, todo es ficción. A veces lo podés manejar y otras no. Mi idea es no pelearme con nadie y si alguien me provoca contestaré, pero no voy a entrar en el juego de la pelea. Tengo que saber a quién y cómo contestar. Estoy en una etapa de agarrar un teléfono, llamar a la persona y aclararle lo que no está bien.

- ¿La maternidad fue lo que te cambió?

-La verdad es que tuvo que ver mucho y nada, antes de ser mamá ya venía bajando los decibeles. La llegada de mi hija me hizo cambiar algunas cuestiones, me hizo ver muchas cosas de la vida de manera diferente. Por ejemplo el hecho de vivir solo para trabajar y nada más. Durante mucho tiempo lo hice, le dediqué mi vida al laburo, pero hoy ya no. Fue muy loco para ella (Martina) ver a su mamá en la tele. Me la quiero morfar, me ve y me reconoce, se divierte. Ahí es donde te das cuenta que nada es tan importante, que no hay nada en la tele que te justifique hacerte mala sangre. Es en eso lo que me cambió, por lo demás ya estaba en una etapa de paz. Que te repito, no es una pose, no quiero decir: "Esta se la creyó". Es como me siento y me hace bien.

- Fuiste conductora de un programa de chimentos, publicaste libros y ahora hacés Zapping ¿Qué más?

-No me lo planteo. La verdad es que aprendí que las cosas se vayan dando. Hoy me permito dudar, pensar con más claridad. Después de mucho leer, pensar y analizar, llegué a la conclusión de que el amor y el miedo son opuestos. Yo perdí el miedo y por eso hoy avanzo sin traumas. Quiero disfrutar, sentir, quiero ver crecer el programa, sentirlo propio y con eso estoy. La verdad es que no me permito ir más allá, porque siento que puedo perderme algo de todo lo lindo que me está pasando. Prefiero dejar que la vida me vaya dando cosas.

- En el medio se habla mucho de tu carácter, de tu poca paciencia, de tu mala onda. Sin embargo la gente te sigue acompañando. ¿Es mala fama la que te hicieron?

-Yo a la gente le agradezco mucho todo el cariño que me brinda. La verdad es que generé un vínculo con la gente maravilloso. Desde hace años me acompañan, en la época que estuve en la radio lo pude comprobar, ahí hay diálogo directo y me di cuenta el cariño de la gente. Algo que siempre voy a agradecer, una no puede estar saludando y abrazando a cada uno de los que te siguen, pero que sepan que siempre les voy a agradecer. Quienes generaron esa mala fama son algunos colegas que hablan, que me critican pero yo no me engancho. Hay algunos que están sentados en una silla hace 40 años y la verdad que no con muy buenos números. Que sigan hablando, yo entendí el negocio, me costó mucho, pero lo entendí y ahora me voy a quedar mucho tiempo. Yo pensaba que lo entendía, que lo podía manejar, pero hoy me di cuenta que claramente no entendía nada porque en esta televisión todo es cartón pintado.

- ¿Cómo te animaste al topless?

-No voy a esquivar la pregunta. La realidad es que no tengo corpiño puesto y se nota, pero tengo un culote y se ve sólo la espalda, algo que con cualquier vestido que te pongas la podés mostrar. Además no estoy con una cara de perra, sino de una mujer que perdió los miedos, que se relajó. Me siento tan segura de mí que me animé. En un primer momento me pareció jugada y les dije "probemos, si veo que no me gusta o no me animo las damos de baja". Ellos me dijeron si y entonces me solté. La verdad es que me encantó y estoy feliz de haberlo hecho. Por ahí más adelante no me anime, pero sentí que era un buen momento para hacerlo. El tema es que después se me pusieron celosos de otras revistas, pero es así. Se dio y lo hice...

- ¿Cómo te viste una vez impresa la revista?

-Me vi divina, pero más por la cara de felicidad que por otra cosa. No se trata de una producción infartante, de una mujer con pose de perra, de fatal. Es la producción de una mujer que se siente segura y se ve bien en el espejo. No sé que pasa conmigo, todas se desnudan y nadie dice nada, yo muestro la espalda y es debate nacional.

- Es cierto, también se habló mucho de tu escote en Zapping...

-Es que yo no tengo prejuicios con mis lolas. Las tengo y uso los escotes, muestro. Pero te repito, me da la sensación que siempre están esperando que haga algo para cuestionarme. Por suerte con el tiempo aprendí a relajarme y disfrutar. Antes tal vez me hacía más planteos, hoy las cosas van por otro lado. (Diario Popular)