Cada temporada de receso surgen dudas sobre los requisitos para que niños, niñas y adolescentes puedan viajar dentro y fuera del país. Qué autorizaciones se exigen, cómo varían según la edad y qué cambios incorporó Migraciones.
Qué documentación necesitan los menores para viajar en Argentina. Con la llegada de las vacaciones, muchas familias vuelven a plantearse la misma pregunta: ¿qué documentación necesita un menor de edad para viajar? Ya sea para un viaje familiar, una visita a parientes, un campamento o una excursión escolar, los controles pueden impedir la salida si no se cuenta con los permisos exigidos.
En Argentina, los requisitos no son iguales en todos los casos. Dependen de la edad del menor, de si viaja solo o acompañado y de si el destino es dentro del país o en el exterior. Las normas vigentes combinan disposiciones del Código Civil y Comercial de la Nación con resoluciones administrativas del Estado nacional.
Viajes dentro del país: qué se exige
Para los viajes nacionales rigen, además del marco general del Código Civil y Comercial, las disposiciones de la Resolución 43 E/2016 del Ministerio de Transporte, con las modificaciones incorporadas por la Disposición 166/2025 de la Dirección Nacional de Migraciones.
Estas normas establecen diferencias claras según la edad del menor y su forma de traslado.
Menores de hasta 1 año
En el caso de niños de hasta un año de edad, se requiere la intervención del Defensor de Menores para que los jueces de paz puedan certificar firmas en las autorizaciones de viaje. Esto rige tanto para viajes dentro como fuera del país, ya sea que el menor viaje solo, acompañado por terceros o con uno solo de sus progenitores.
Menores de 1 a 6 años
Los niños comprendidos en este rango etario no pueden viajar solos. Siempre deben hacerlo acompañados por al menos uno de sus padres, su representante legal o un tercero debidamente autorizado.
Menores de 6 a 12 años
Para los organismos de control, este grupo es considerado especialmente vulnerable a situaciones de tráfico y trata. Por ese motivo, pueden viajar únicamente bajo alguna de estas modalidades:
-Acompañados por uno o ambos progenitores.
-Acompañados por un tercero autorizado por el representante legal.
-Utilizando el servicio de “Menor No Acompañado” que ofrecen algunas empresas de transporte.
Adolescentes de 13 a 17 años
Los adolescentes que aún no hayan cumplido los 18 años pueden trasladarse sin sus padres, siempre que cuenten con la autorización previa de quien ejerza la responsabilidad parental, salvo los casos de emancipación previstos en el Código Civil y Comercial.
Si viajan con al menos uno de sus representantes legales, deberán acreditar el vínculo mediante la documentación correspondiente. Si lo hacen con terceros, será obligatoria la autorización expresa. En todos los casos, el acompañante debe demostrar su condición o la autorización al momento del viaje.
Viajes al exterior: reglas más estrictas
Para los viajes fuera del país, la normativa es más exigente. Como principio general, todos los niños, niñas y adolescentes menores de 18 años necesitan autorización para egresar del país.
Según el artículo 645, inciso c del Código Civil y Comercial, se requiere el consentimiento de ambos progenitores para autorizar la salida del país. Esta exigencia marca una diferencia clave con los viajes internos, donde suele bastar la autorización de uno solo de los padres.
Casos en los que no se requiere autorización
Existen excepciones en las que no es necesaria una autorización expresa:
-Cuando el menor viaja acompañado por ambos progenitores.
-Cuando viaja con uno solo y la responsabilidad parental del otro se extinguió, fue suspendida o retirada.
-Cuando el menor cuenta con un solo vínculo filial.
-Cuando viaja acompañado por su tutor o curador.
Quiénes pueden otorgar las autorizaciones
Para viajes dentro del país
Las autorizaciones nacionales pueden ser otorgadas por:
-Escribanos públicos, con firma legalizada por el Colegio Notarial.
-Jueces competentes, mediante resolución judicial debidamente legalizada.
-Autoridades del Registro Provincial de las Personas, Justicia de Paz u otros organismos administrativos y judiciales habilitados.
Para viajes internacionales
A partir de la Disposición 676/2025 de la Dirección Nacional de Migraciones, se amplió el listado de funcionarios habilitados para otorgar autorizaciones de viaje al exterior. Entre ellos se encuentran:
-Funcionarios de la Dirección Nacional de Migraciones.
-Escribanos, con firma legalizada y, cuando corresponda, Apostilla de La Haya.
-Cónsules argentinos o extranjeros acreditados.
-Jueces competentes, en los casos de autorización judicial supletoria.
-Autoridades del Registro Civil y Justicias de Paz.
-Funcionarios del RENAPER al tramitar el pasaporte del menor.
Una de las novedades es que el Registro Nacional de las Personas quedó habilitado para incorporar la autorización directamente en el pasaporte del menor, con un código QR que simplifica el control migratorio.
Además, cuando las autorizaciones notariales están digitalizadas y cargadas en el sistema de Migraciones, no es necesario presentar el documento en papel al momento de salir del país.
La importancia de las revocatorias
Un punto clave a tener en cuenta es que las autorizaciones de viaje pueden ser revocadas, de manera parcial o total, por el progenitor o representante legal que haya otorgado el consentimiento.
Para que la revocatoria sea válida, es indispensable identificar de manera precisa la autorización que se desea dejar sin efecto. Si no se lo hace, se procederá a la revocación total de todas las autorizaciones emitidas.
En caso de que luego exista un cambio de decisión, será necesario gestionar una nueva autorización ante los organismos habilitados.
Evitar contratiempos en vacaciones
Conocer los requisitos y reunir la documentación con anticipación es fundamental para evitar demoras o la imposibilidad de viajar. Las autoridades recomiendan verificar cada caso particular antes de emprender el viaje, especialmente cuando se trata de traslados al exterior.
Contar con la autorización correcta puede marcar la diferencia entre iniciar las vacaciones sin inconvenientes o ver el viaje frustrado en un control.